Como ocurrió durante los último cuatro años, a las 8.22 de la mañana, la sirena que recuerda a los 52 muertos y más de 700 heridos que dejó la llamada Tragedia de Once volvió a sonar en su memoria.
El acto se llevó a cabo con la presencia de los familiares de las víctimas, liderados por Paolo Menghini y María Luján Rey y del secretario de Derechos Humanos, Claudio Avruj que se hizo presente en representación del Gobierno nacional y expresó su apoyo. "Vamos a ayudarlos y acompañarlos en todas las cosas que nos pidan, entendiendo la independencia de la Justicia", dijo a la prensa.
Los padres de Lucas Menghini Rey emitieron un duro discurso en el que pidieron que la nueva administración procure que la causa avance sin contratiempos en la Justicia para que todos los condenados tengan "penas implacables y cárcel común" ya que los implicados no son delincuentes comunes sino peores porque "no sólo le causan daño a la víctima sino a toda la sociedad".
"Queremos delitos imprescriptibles, penas implacables y que les incauten todos los bienes mal habidos, cárcel común desde la condena en primera instancia para todos los responsables (...).Que nunca más puedan presentarse a un cargo electivo", dijeron.
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