Alejado de las tiras por decisión propia, disfruta de "El Quilombero" en teatro. Con su típica honestidad brutal, afirma: “antes que te vean millones pienso en la calidad”
¿Qué sensaciones atraviesa con la obra El Quilombero?

-La obra es un tren porque tiene un ritmo infernal y una comedia pura que no te da respiro. La gente se ríe mucho, la disfruta y la recepción es maravillosa. La puesta me está dando muchas satisfacciones.

l Bajaste algunos kilos, se nota que terminás extenuado...

-Es verdad. Es un poco de todo, el calor de las luces más el gran movimiento arriba del escenario (sonríe por primera vez).

l¿Qué te sedujo la obra?

-Muchos factores me sedujeron al leerlo, primero el texto, pero también la presencia de un empresario como Gustavo Yankelevich, la dirección de Arturo Puig, un gran elenco, y un teatro como el Lola Membrives. En definitiva son factores a los que no podía negarme. Mi personaje me permite hacer el humor que suelo hacer y disfrutar.

l Hace poco dijiste que querías que el público se vaya satisfecho en cuanto a la inversión económica que significa pagar la entrada. ¿Qué más podés agregar a esta declaración?

-La situación actual es difícil en lo económico. Entonces, hay una gran responsabilidad extra de mi parte. Si bien, siempre me he comprometido con mi trabajo. Además, cuando tengo la tranquilidad de que la gente se ríe es muy bueno.

l Decías que "algunas veces con ciclos con mucho rating no estabas conforme con aquello que se mostraba al aire". ¿Qué hacías frente a esta cuestión?

-No le presto atención al rating. Si bien disfruto todo pero no me sirve como respuesta de algo. En otras oportunidades me pasaba al revés con ciclos que no hacían mucho rating, pero me llenaban de alegría porque estaban bien hechos. ¿Qué es el éxito? ¿Qué te vean millones de personas o qué este bien hecho? Yo me fijo en la calidad. Es más difícil manejar un éxito y que el auto no se vaya para cualquier lado que manejar un fracaso.

l No solés hacer tanto teatro y tal vez tan seguido. ¿Por qué?

-Me gusta mucho hacer teatro. En esta profesión mucho no se puede programar. Muchas veces me preguntan cómo seguís... no sé... nadie sabe qué puede pasar. El teatro hoy me permite atender otras cuestiones personales. Las carreras se arman de acuerdo a las circunstancias.

l Al no hacer TV y especialmente tiras porque declaraste que preferís hacer teatro por razones de tiempo, ¿no temés que está decisión pueda costarte más de la cuenta a futuro?

-Siempre tuve en claro que en el mundo de la actuación hoy estás y mañana no te conoce nadie. Esto me permitió no sufrir porque es sabido que cualquier actor tiene esto de esperar a que lo llamen. Tal vez, el año que viene me llamen o no, la verdad no lo sé. Las cosas me fueron apareciendo y sorprendiendo en mi vida.

l ¿Hay proyectos laborales en carpeta?

-Hoy en día hago teatro nada más y llevar a cabo una obra y televisión al mismo tiempo es heavy. Tal vez lo hice en otra etapa donde era más joven, no tenía una hija, etc.

l Vivimos interrogándote. Si pudieras, ¿qué preguntarías?

-(Se sonríe y contesta con picardía): "Nada".

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