Nicolás Frutos, entrenador juvenil del equipo, y Matías Suárez, delantero que radicado en Bélgica desde 2008, hablaron del momento que atraviesa Bruselas tras los atentados terroristas
Nicolás Frutos es uno de los tantos argentinos radicados en Bélgica. El ex futbolista fue vendido al Anderlecht en 2005 y, desde entonces, nunca más volvió. Esta mañana, mientras sucedían los atentados terroristas en Bruselas, estaba comandando el entrenamiento del equipo juvenil, que dirige hace varios meses. Un kinesiólogo le contó la noticia.

El santafesino dijo que "Bruselas en un caos total, el ejercito está en la calle, y en cuanto a la gente, la ciudad es un desierto, no hay nadie en la calle. Cuando se enteró, estaba en el club, en una práctica: "Estábamos trabajando en el gimnasio. Uno de los kinesiólogos me contó lo que estaba pasando cuando llegó. Automáticamente llamé a mi señora, que había dejado a las nenas en el colegio. Le dije que me pasara a buscar. Fuimos a buscar a las nenas a la escuela y nos volvimos a casa", relató el hombre surgido en las divisiones inferiores de Unión de Santa Fe.

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Frutos explicó que el Estado nunca bajó el nivel de prevención, teniendo en cuenta que Bruselas estaba marcada como la siguiente ciudad a atacar luego de París: "Los controles siguieron permanentemente. Justo, dentro del centro de entrenamientos en el club reforzaron la policía, hay un puesto policial, una brigada de antiterrorismo", señaló en diálogo con Tyc Sports.

De todos modos, se tomó los hechos con mucha cautela y no lo despegó de distintas situaciones que pasan a diario en Argentina: "En Argentina, vos abrís el diario, y tenemos muertos todos los días: en ese sentido, hoy estamos shockeados porque son 36 personas muertas y 150 heridos, pero si contás las provincias de Argentina, los casos de personas víctimas de situaciones son más o menos el mismo. Toco madera, pero acá tenemos menos chances de sufrir algo", concluyó.

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Matías Suárez celebra una de sus conquistas en el Anderlecht


El atacante argentino reconoció tener "mucho miedo" tras los atentados y sostuvo que cuando ocurren episodios de esta índole "a uno le da más ganas de regresar a su país". El cordobés, que desde 2008 juega en la institución tras haber surgido de Belgrano de Córdoba, contó que ayer estuvo en el "aeropuerto donde pusieron la bomba" porque había vuelto de Barcelona, donde había ido a descansar con su familia.

"Es un país tranquilo y con seguridad. Hoy cuando estábamos terminando de entrenar y me enteré que pusieron una bomba en el lugar donde había estado unas horas fue muy chocante", afirmó en declaraciones a Radio Continental Córdoba. Sin embargo, reconoció que luego de los atentados perpetrados en París, la "gente tiene miedo y se han extremado las medidas de seguridad".

"Todos tenemos miedo y no se sabe dónde pueden atacar. Se suspendió todo tipo de actividad en la ciudad, las escuelas están cerradas y el transporte, parado. Nos piden que apaguemos los celulares y nos quedemos en nuestras casas", manifestó. Por último, Suárez reconoció que "cuando ocurren cosas como éstas, me dan más ganas de regresar a mi país y estar cerca de mis afectos" e indicó que "en mayo me voy de vacaciones y arreglé que me voy del club".


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