La mirada del cero medio vacío o medio lleno se repite con Racing de la misma manera que se había posado el martes sobre el 0-0 de Huracán. La Academia pudo vencer al Mineiro, incluso hasta le anularon mal un gol y estrelló una bola en el ángulo, pero no lo hizo. ¿La buena? Pratto y Robinho no lograron doblegar a Sebastián Saja, y ese cero resultará positivo si el equipo de Sava, como ya fue dicho, obtiene dos de tres resultados posibles en la revancha.
El cero suele tener un sabor agrio. Pero en un certamen en el que los últimos dos campeones (San Lorenzo y River) se clasificaron siendo los peores segundos de la fase de grupos, todo se ha emparejado. Partidos cerrados, pensados, equilibrados, series que pueden definirse por un gol de diferencia o incluso por en qué condición se logra dicho gol, y en las que mantener el cero en el arco propio ya no está tan subvalorado.