Hay días que nunca se olvidan. Este sábado 30 de abril de 2016 quedará para siempre en la memoria de Tomás Andrade porque debutó con 19 años en Primera División. El joven no pudo contener su emoción por su primer partido.
"Desde muy chiquito pasé muchos días llorando porque no tenía la posibilidad y me ponía mal", dijo el juvenil entre lágrimas. "Me entrenaba mucho, todos los días. Son muchos recuerdos los que se me vienen a la cabeza", explicó.
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