Todavía está vigente en las retinas de los hinchas de Huracán la escandalosa manera en que quedaron afuera de la Copa Libertadores frente a Atlético Nacional: penal en contra que no correspondía, injusta expulsión de Mancinelli y un árbitro burdamente localista.
La bronca de los simpatizantes, como muchas otras veces, se hizo bandera y así fue que en el Estadio Tomás Ducó apareció un pasacalle que rezaba: "Cuando matemos un referí van a dejar de robarnos".
Héctor Paletta, el hombre encargado de impartir justicia en el encuentro frente a Unión, frenó el partido a los 4 minutos del primer tiempo y solicitó al encargado del operativo policial que descuelguen la bandera para poder continuar.
La bandera fue retirada por los hinchas cinco minutos más tarde y el partido prosiguió sin nuevos incidentes.