La iniciativa se fundamenta en la preocupación de las cooperativas y
demás actores de la economía social, muy similar a la de los clubes de barrio, que tomó estado público en los últimos días: las recientes
facturas de luz y gas los dejan al borde de la quiebra.
Según Torres, "el gobierno, tanto nacional como provincial, está muy preocupado por la seguridad jurídica de los inversores, pero le ha trasladado toda
la inseguridad a los trabajadores. Los que aún conservan su puesto temen llegar a su casa y encontrar un telegrama de despido".
LEA MÁS Frente a esta situación, debemos tomar todas las medidas posibles para proteger los puestos de trabajo que están en peligro. No se puede aumentar tarifas de servicios públicos a mansalva, sin calcular previamente el impacto económico, el daño al tejido social".
El proyecto será tratado en la próxima reunión de la Comisión de Asuntos Cooperativos y Vivienda, que preside
Karina Nazabal, también del FPV, y pasará al recinto en caso de obtener dictamen favorable.
De aprobarse, implicaría la adhesión de la provincia a la ley nacional 27218, de "régimen tarifario específico para entidades de bien público".
Peligra una fábrica de bolitas de vidrio
Tinka, la única fábrica de bolitas de vidrio de Sudamérica, ve como su actividad es acechada por el aumento de la tarifa del gas al punto de poner en duda su subsistencia.
Tiene su sede en la ciudad santafesina de San Jorge, donde fabrica unas 4,5 millones de bolitas al año, pero en los últimos días llegó la mala nueva a través de la boleta del gas: pasó de pagar $ 35 mil a 185 mil, lo que representa un 428%.
Ese aumento de uno de los costos fundamentales de la fabricación de las bolitas, que debe sumarse a otros como el de la materia prima, el de la energía eléctrica y el salarial, lo que hace prácticamente inviable la actividad de Tinka, que habitualmente lucha contra la competencia china y coreana, que ofrecen productos más baratos.
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