Configuran hoy las figuras estelares del prólogo electoral para 2017, dentro de un podio que también integra el líder del Frente Renovador, Sergio Massa.

De Heidi a locomotora de Cambiemos. De candidato frustrado a esperanza peronista. María Eugenia Vidal y Florencio Randazzo configuran hoy las figuras estelares del prólogo electoral para 2017, dentro de un podio que también integra el líder del Frente Renovador, Sergio Massa.

La última encuesta publicada por la consultora Management & Fit reveló que Vidal es la dirigente nacional con mejor imagen. La gobernadora bonaerense tiene un diferencial positivo de 29,9% (47,1% positiva menos 17,2% negativa).

En segundo lugar se ubica Massa con un diferencial de +26,3% y luego aparece el presidente Mauricio Macri con +19%. 'Todos bajaron en el último mes, pero Vidal sigue al frente', señaló Mariel Fornoni, socia directora de Management & Fit, respecto a la medición de mayo que todavía está en elaboración.

Números similares manejan en el gobierno de la provincia de Buenos Aires, donde sin embargo saben que la volatilidad puede ser un factor latente, teniendo en cuenta el desafío de administrar el déficit social, financiero y de infraestructura de la principal provincia del país.

Esa ecuación política explica los anuncios de planes de obras públicas, la sanción de la emergencia administrativa en la Legislatura y el reclamo a la Nación por el descongelamiento del Fondo del Conurbano efectuados en las últimas semanas.

Vidal: + 40

En Buenos Aires, según algunos sondeos, el balance de la imagen de Vidal es de +40. Aun sabiendo de las dificultades por venir, la ex vicejefa de gobierno porteño se presenta -sin ser candidata- como la principal carta electoral de Cambiemos para las elecciones de medio término, en un territorio decisivo para el futuro del proyecto macrista.

Tan importante es esa elección que el Presidente buscó zanjar una histórica rivalidad entre la gobernadora y el armador electoral de PRO, Emilio Monzó, hoy presidente de la Cámara de Diputados. Ambos ahora integran una mesa política junto al ministro del Interior, Rogelio Frigerio, y el jefe de Gabinete, Marcos Peña, para ponerle proa al 2017.

Pero los laboratorios electorales también fueron reabiertos en el peronismo, luego de la inesperada doble derrota Nación-Provincia. Un grupo de intendentes busca dar vuelta la página y, sobre la base de una relación cordial con el Gobierno provincial, fijar el poder del PJ en el territorio.

El núcleo duro de ese escuadrón está conformado por Martín Insaurralde (Lomas de Zamora), Gabriel Katopodis (San Martín), Juan Zabaleta (Hurlingham), Eduardo 'Bali' Bucca (Bolívar) y Mariano Cascallares (Almirante Brown), pero en total son una docena y tienen la intención de agrupar a los 55 peronistas.


Cristina: -10

¿El candidato? Los nuevos jefes territoriales consideran que Cristina Kirchner ya no es una opción competitiva. La ex presidenta hoy reúne un diferencial de -10% en la encuesta de M&F, luego de haber concluido su gobierno en equilibrio entre opiniones favorables y desfavorables; tampoco ven a Daniel Scioli con capacidad de encarnar la refundación del PJ.

El nombre elegido es el de Florencio Randazzo, quien es el quedó mejor parado ante la sociedad de la etapa K, al punto que tiene un registro favorable en Buenos Aires de +25%. Un dato: el dirigente Guido Lorenzino, quien fue uno de los hombres de confianza de Scioli, ahora es un alfil randazzista.

El martes pasado ese grupo de intendentes y el ex ministro se reunieron en el búnker de Insaurralde en la Ciudad de Buenos Aires y acordaron avanzar a fuego lento en una eventual candidatura bonaerense del 'Flaco' pero con terminal nacional en 2019.

Massa, otro jugador fuerte en el tablero bonaerense, oscila aún entre la posibilidad de mantenerse como un referente nacional, para lo cual exploraría un acuerdo con Randazzo dentro de un peronismo unificado, o lanzarse de nuevo a la arena provincial. Otra de sus cartas allí es Margarita Stolbizer.

El tigrense también activó reuniones seccionales con sus dirigentes hace unas semanas. Según sus colaboradores, la experiencia recogida con el caótico armado en 2015 le permitirá no repetir errores.


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