Los investigadores del crimen de Micaela Ortega estiman que Luna tenía en la mira unas 1.600 potenciales víctimas de la misma edad, ya que de todos sus contactos en Facebook, el 95% tiene los años de la nena asesinada.

El único acusado del crimen de Micaela Ortega, la niña de 12 años encontrada asesinada el sábado en un descampado cercano a la ciudad bonaerense de Bahía Blanca, se negó a declarar ante la Justicia y seguirá detenido, mientras que los investigadores estiman que tenía en la mira unas 1.600 potenciales víctimas de la misma edad.

Se trata de Jonathan Luna (26), quien fue indagado por el fiscal de la causa, Rodolfo De Lucía, por el delito de "homicidio criminis causa, con alevosía y femicidio", tras lo cual, quedó alojado en el Unidad Penal 19 de la localidad Saavedra, a unos 120 kilómetros de dicha ciudad del sur bonaerense.

Fuentes judiciales informaron que el acusado, asistido por el defensor oficial Sebastián Cuevas, se negó a declarar ante el fiscal De Lucía y seguirá detenido mientras se resuelve su situación procesal.

Más temprano, el fiscal De Lucía destacó entre las pruebas reunidas para imputar a Luna los datos surgidos de la red social Facebook, en la que el acusado tenía "cinco perfiles" con identidades falsas y a través de uno de ellos contactó a Micaela y "le hizo creer que hablaba con una chica".

Según este instructor judicial, Luna y la víctima tenían contacto por esa red social "desde febrero" y detalló que el acusado en una de sus cuentas "tenía 1.700 contactos, de los cuáles un 95 por ciento son chicas de la edad de Micaela".

Estas precisiones fueron volcadas al expediente durante los 35 días en que se buscó a Micaela con vida a partir de un informe aportado por The National Center for Missing & Exploited Children, de los Estados Unidos, un organismo que trabaja contra la pedofilia y la búsqueda y explotación de niños que detectó mediante Facebook que la víctima podría tener alguna vinculación con Luna.

A esto se sumó, entre otros elementos, el testimonio de María Espinoza (55), de nacionalidad chilena y quien convivía con el acusado en una precaria vivienda en el barrio Saladero de la localidad de Ingeniero White, la cual fue incendiada por un grupo de vecinos indignados tras conocerse la detención del acusado.

Esta mujer reconoció a Luna en las imágenes captadas por una cámara de seguridad en las que se observó a Micaela por las calles de Bahía Blanca acompañada de un hombre el 23 del mes pasado, cuando desapareció, indicaron los voceros judiciales.

"Yo lo identifiqué por las cámaras la primera vez que lo vi. Lo identifiqué y le dije si era él, me dijo que no y que cerrara el orto sino me iba a cagar matando porque era muy violento", relató Espinoza en una entrevista con el portal local La Brújula 24.com.

Además, esta mujer indicó que Luna "conquistaba chicas por Facebook" y que ése era el motivo de las peleas que mantenían como pareja.

Por su parte, Luna se encontraba prófugo desde diciembre de 2014 tras haber violado una salida transitoria del Establecimiento Ejecución Penal 2 de la ciudad rionegrina General Roca, donde cumplía una condena de cinco años y dos meses de prisión por "robo calificado".

Fuentes judiciales de Río Negro indicaron que un informe psicológico, realizado hace dos años para evaluar si Luna estaba en condiciones de acceder a las salidas transitorias, estableció que el detenido había "demostrado ser merecedor de la confianza en él depositada", a pesar de lo cual al día siguiente de salir del penal se convirtió en prófugo.

Micaela desapareció el 23 de abril cuando salió de su casa de Bahía Blanca, tras lo cual, comenzó una intensa búsqueda de parte de fuerzas de seguridad, al tiempo que se realizaron varias para reclamar por su aparición con vida.i

"Merecedor de la confianza..."

Un informe psicológico realizado en 2014 a Jonathan Luna para evaluar si estaba en condiciones de acceder a salidas transitorias de prisión indicaba que el ahora detenido "ha demostrado ser merecedor de la confianza en él depositada", a pesar de lo cual al día siguiente de salir del penal se profugó. Los antecedentes de Luna salieron a la luz la noche del sábado, cuando fue detenido por el crimen de la niña que estaba desaparecida desde el 23 de abril último. El apresado estaba prófugo desde diciembre de 2014 del Establecimiento Ejecución Penal 2 de la ciudad rionegrina General Roca, donde cumplía una pena de cinco años y 2 meses de prisión por "robo calificado", dictada por la Cámara Criminal Primera de Roca el 7 de marzo de 2013. Según un informe realizado por el Poder Judicial de Río Negro, el hecho por el que fue condenado se registró en abril de 2012 en la zona rural de la localidad de Chichinales, cuando Luna le robó un teléfono celular a una mujer, luego de amenazarla con un cuchillo.

Dos cuestiones clave para lograr detener al imputado

El testimonio brindado por la pareja del detenido por el crimen de Micaela Ortega y un informe aportado por un organismo estadounidense que trabaja contra la pedofilia y la explotación de niños fueron para la fiscalía los elementos clave para poder llevar a cabo el allanamiento en la casa de Jonathan Luna, donde se hallaron elementos de la niña.

Así lo consideraron el fiscal que instruye la causa, Eduardo de Lucía, y el fiscal general de Bahía Blanca, Juan Pablo Fernández, al relatar cómo se llevó a cabo la pesquisa que derivó en la confesión del sospechoso, quien los guión hasta el lugar donde estaba el cuerpo de la niña desaparecida el 23 de abril pasado, en cercanías de General Daniel Cerri. El testimonio fundamental fue el de María Espinoza (ver nota aparte), una mujer de nacionalidad chilena y de 55 años que convivía con Luna (26) en una casa del barrio Saladero, que fue prendida fuego por los vecinos indignados al enterarse del crimen.

Además, los investigadores tuvieron en cuenta un informe aportado por The National Center for Missing & Exploited Children, de Estados Unidos, un organismo que trabaja contra la pedofilia y la búsqueda y explotación de niños que detectó mediante Facebook que la mujer podría tener alguna vinculación con Luna, quien a su vez poseía cinco cuentas abiertas bajo distintos nombres. 'Por las particularidades de este caso, dicho organismo recopiló información de Facebook y tuvimos una parte de la conversación que tuvo Micaela y unos perfiles relacionados con esta persona (Luna)', explicó el fiscal de Lucía en diálogo con Télam.

'No sabíamos quién era, tenía cuatro perfiles y uno de ellos estaba dado de baja', detalló el fiscal al comentar que en uno de ellos figuraba bajo el nombre de 'Jony de River'.

Tras hacer un entrecruzamiento, los pesquisas llegaron a la pareja de Luna, quien declaró como testigo el sábado último y posibilitó el allanamiento a la vivienda en la que se encontró el teléfono celular de Micaela, una planchita de pelo y restos de ropa. Sobre Espinoza, el fiscal dijo que relató que 'trabaja como empleada doméstica y que Luna no trabajaba, que estaba todo el día con el celular en el Facebook y tirado en la cama chateando en la red social'.

El fiscal dijo que la mujer aseguró que el día que desapareció Micaela, Luna llegó a la casa alterado y mojado y que cuando le preguntó qué había pasado le dijo que 'se había mandando una cagada' y que 'había quemado su ropa'.

'Dos semanas después, cuando la mujer vio el video, lo reconoció', agregó el fiscal de Lucía.

La amenazó con hacerla boleta junto a sus hijos

María Espinoza, la pareja del acusado del crimen de Micaela Ortega dijo que íntimamente sabía que Jonathan Luna había matado a la niña, ya que lo reconoció en el video en el que camina junto a ella, aunque no dijo nada porque él la amenazó con hacerla 'boleta' junto a sus hijos. 'Yo lo identifiqué por las cámaras la primera vez que lo vi. Lo identifiqué y le dije si era él, me dijo que no y que cerrara el orto sino me iba a cagar matando porque era muy violento', relató la mujer en una entrevista con el portal LaBrújula24.com. Espinoza aseguró que su pareja la golpeaba, que la última vez la dejó 'postrada tres días en la cama' y que por eso tuvo miedo de hablar, a pesar de que íntimamente estaba segura de que Luna había matado a Micaela. 'El me confesó ese día que yo volvía de trabajar y estaba acá todo mojado. Le pregunté donde había ido y me dice 'fui por ahí'. Le digo ¿adónde es por ahí? si te dije yo que no salieras, 'fui a robar un teléfono', ¿a robar un teléfono? ¿y por qué hacés eso'?, ¿a quién se lo robaste?, 'a una piba', ¿a qué piba? le digo', 'a una piba'', relató la mujer.

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