H ace algún tiempo, varios clubes picaron en punta con elementos de vanguardia para apuntalar el trabajo deportivo. Los chips electrónicos con un GPS instalado que le permite a los entrenadores saber cuántos kilómetros recorre un jugador por partido que usaron Holan en Defensa, Almirón en Independiente y Cocca en Racing, ya no son novedad. Ahora, al momento de elegir refuerzos, el boom tecnológico que asiste a los directores técnicos, tiene que ver con un programa de computación que ofrece listas de futbolistas en actividad de acuerdo a una serie de elementos que se colocan como prioridad en la búsqueda: puesto, pierna hábil, partidos jugados, goles anotados, sanciones, etc.
Este es uno de los elementos con que cuenta Gabriel Milito para rastrear apellidos a lo largo de todo el planeta de acuerdo a sus necesidades. De esta manera, se puede tener un mayor control sobre los permanentes ofrecimientos que llegan de parte de intermediarios o representantes.
Pablo Moyano, hombre fuerte de la dirigencia roja, aseguró en las últimas horas que "no serán más de tres los refuerzos que llegarán a Independiente para esta temporada". Hay muchos nombres dando vuelta pero todos hay que tomarlos con pinzas porque, la mayoría, no surgieron de a boca del propio Milito.
Sí se supo de manera oficial que el club rechazó un oferta (por un millón de euros con opción de compra por otros cuatro) del club turco Trabzonspor por el pase de Víctor Cuesta. En cuanto a la danza de posibles refuerzos se sumaron Pablo Chavarría (ex Belgrano libre de Lens de Francia) y Juan Sánchez Miño (lo dirigió Milito en Estudiantes; su pase pertenece a Torino).
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