¿Qué hizo Tulio de su vida? O, mejor dicho: ¿qué no hizo Tulio con su vida? Tulio fue todo: goleador que pasó por 28 equipos, concejal, hombre récord, participante de un reallty show, inventor de una jugada que, por supuesto, lleva su nombre. Tulio es un ícono: es el estereotipo del futbolista brasileño, de la faceta más alegre de los jugadores.
Tulio llegó a los 1000 goles como futbolista. Lo hizo a los 45 años. No se quería retirar, en realidad, hasta no superar los 1050 de Pelé. No pudo: aunque se refugió en el Araxá, un débil conjunto de la Serie D de Brasil, no alcanzó la desorbitante cifra. Sin embargo, ahí, una tarde soleada del 2014, llegó al milésimo gol. Jugaba con el número 999 en la espalda. El árbitro cobró un penal de esos que, generalmente, no se pitan. Y Tulio, con la categoría del que todo lo sabe, lo transformó en su récord. Automáticamente, le cambiaron la camiseta: le pusieron una con el 1000 en la espalda. Los hinchas invadieron el campo de juego, lo levantaron en andas y suspendieron el encuentro.
Entre 2008 y 2011 fue concejal de Goiania por el Partido Socialdemócrata Brasileño, el mismo que inició en el Congreso el impeachment para sacar a Dilma Rousseff de la presidencia. Todavía está vinculado al partido.
Pero la parte todavía más bizarra de Tulio la mostró en "Power couple", un reallity show brasileño en el que ocho parejas famosas se encierran en una casa para descubrir los secretos del otro integrante de la relación. Una cosa extraña. Tulio fue eliminado del concurso en mayo de este año, después de vivir algunas situaciones polémicas: llegaron a acusarlo de "no tener personalidad".
El domingo, con el gol de Raúl Ruidíaz con el que Perú eliminó a Brasil de la Copa América, el fútbol se acordó de él: ¿qué sería de la vida de Tulio, el brasileño que también necesitó una mano para que Brasil ganara un partido? Tulio, con su vida, hizo un festival.
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