La madre y la hermana del subcomisario Juan Carlos Klodczyk, víctima fatal en una salidera bancaria en 2011, reiteraron su pedido para que sea detenido uno de los condenados por el crimen, que aún continúa en libertad

"Queremos que detengan a uno de los dos condenados que está libre, aunque en realidad no sabemos si pudo haberse fugado. Hace nueve meses que estamos esperando que un Tribunal de Lomas de Zamora fije la pena, luego de que lo absolvieran en el juicio y la Cámara de Casación dispusiera que tenían que ir presos", exclaman los familiares del subcomisario Juan Carlos Klodczyk, quien fuera asesinado a balazos en una salidera bancaria, registrada en diciembre de 2011 en la localidad de Remedios de Escalada.

Por el crimen fueron imputados los hermanos Daniel y Adrián Vicente y Hernán Ramírez (este último no llegó al juicio, al morir en un enfrentamiento con efectivos policiales en la ciudad de La Plata), a partir de una serie de pruebas recolectadas durante la instrucción del caso, aunque el Tribunal Oral Criminal Nº 2 de Lomas de Zamora decidió liberarlos, a partir de que la fiscal Marcela Dimundo no los acusó durante su alegato.

Tras la apelación de ese veredicto absolutorio, en septiembre de 2015, la Sala I de la Cámara de Casación Penal bonaerense determinó que los dos acusados eran responsables del delito de "homicidio en ocasión de robo", ordenándose que se fije una pena de entre 10 y 25 años de prisión.

Causa paralizada

"El tiempo ha pasado y la causa ha quedado paralizada, pese a nuestra insistencia para que se detenga a Daniel Alejandro Vicente, ya que su hermano Adrián Silvio Vicente está preso y cumpliendo una condena de 12 años que le aplicó un Tribunal de La Matanza por un episodio de robo a unos custodios", manifestaron Sara Avallay y Karina Klodczyk, madre y hermana del subcomisario asesinado, durante una entrevista en la redacción de DIARIO POPULAR.

Con la indignación por la demora en la aplicación de la medida judicial y la incertidumbre por lo que vendrá, señalaron: "Nuestro abogado Fabio Adrián Scladman está en permanente seguimiento del expediente y en la última reunión con la jueza Silvia Susana González, que es la presidente del Tribunal Oral Criminal Nro. 2 de Lomas de Zamora, recibió como toda respuesta que se deben cumplir los plazos procesales, cuando está claro que los recursos que plantearon los hermanos Vicente han sido rechazados en todas las instancias".

"Cada día que pasa aumenta la angustia. Por eso, le pido a quien tenga que hacer justicia que se ponga una mano en el corazón, que intente comprender el dolor de una madre que sabe quienes son los asesinos de su hijo y tiene que soportar que uno de ellos se encuentre en libertad, como si nada hubiera pasado", manifestó Sara Avallay, mientras su hija Karina Klodczyk agregó que "aquel temor a que se fugara mientras esperábamos el resultado de la apelación, una vez que supimos que el fallo se había revertido y los condenaron, ahora se ha transformado en desesperación. ¿Alguien sabe donde está Daniel Alejandro Vicente? Y la respuesta es no. Al que dice lo contrario, le preguntaría: ¿Quien lo controla?".

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Desde aquel fallo de la Sala I de Casación, la causa fue girada al Departamento Judicial de Lomas de Zamora y las novedades tan esperadas por la familia del subcomisario y abogado Juan Carlos Klodczyk (sobrino de Pedro Anastasio Klodczyk, quien fuera jefe de la Policía bonaerense) todavía no han llegado.

"Si bien la conformación del Tribunal Oral Criminal Nº 2 ha cambiado, su presidente sigue siendo Silvia González, pero como no se excusaron para intervenir, ahora vamos a pedir su apartamiento por la demora en poner en marcha los mecanismos para que la condena ordenada se haga efectiva y detengan al imputado que está libre", enfatizaron.

El 12 de diciembre de 2011, en horas del mediodía, había acompañado a su tía a cobrar su pensión a un sucursal bancaria de Lanús, para luego almorzar en una parrilla de la calle Esquiú y avenida Perón de Remedios de Escalada. Apenas llegaron, tres sujetos armados descendieron de una Chevrolet Meriva y de una moto, para interceptar al subcomisario (estaba de civil) con fines de robo, pero mientras la mujer logró escapar corriendo llevando los 12.000 pesos que le habían pagado, impartió la voz de alto para resistirse al asalto.

De inmediato, fue acribillado a balazos por los delincuentes, que lo ejecutaron de un tiro ya estando en el piso y escaparon, al grito de "Lo pusimos... lo pusimos", de acuerdo al relato de los testigos. Luego, el entrecruzamiento de llamadas y fundamentalmente, las imágenes de las cámaras de seguridad resultaron claves para identificar a los hermanos Vicente y también a Hernán Ramírez, como autores del homicidio, aunque un cuarto sujeto, que habría actuado como cómplice, nunca logró ser imputado en el hecho.

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