La muerte de Sergio Palavecino, el joven atropellado por una camioneta en febrero de 2014, juntó a vecinos y familiares en la esquina de Pueyrredón y Tucumán para crear conciencia sobre los delitos de tránsito
Vecinos y familiares de víctimas fatales en accidentes de tránsito se reunieron para pintar una nueva estrella amarilla en la esquina de Pueyrredón y Tucumán, en la localidad bonaerense de San Martín. Esta vez fue en memoria de Sergio "Chechu" Palavecino, un joven de 21 años que murió atropellado por una camioneta en febrero del 2014. Todos llevaron remeras y carteles con las caras de sus seres queridos con frases que reclaman justicia por ellos. 

Argentina tiene uno de los índices más altos de mortalidad en hechos de tránsito: según datos de Luchemos por la Vida, 21 personas mueren por día y 7.472 al año. Las estrellas amarillas pintadas en el pavimento son parte de una campaña que tiene como objetivo tomar conciencia de que en ese lugar murió una persona víctima de un delito de tránsito. La primera en el país fue la de Paolo Mellano, que en septiembre del 2003 murió atropellado durante una carrera callejera en Olivos.

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En San Martín, desde 2012 las estrellas son consideradas como una señalización de tránsito por ordenanza municipal. La primera que se pintó en el partido fue la de Matías "Pato" Cardozo, que murió atropellado en 2008, también durante una picada callejera. 

"Luego de pasar años repartiendo folletos y denunciando constantemente logramos erradicar la mayoría de las picadas callejeras en San Martín", contó Noemí, mamá de Matías y fundadora de la Asociación Civil Malditas Picadas, que se dedica a acompañar a familiares y amigos de las víctimas: "Estamos con ellos en los procesos de duelo y también en el curso penal. Pero, aunque es importante hacer estas cosas, en estos casos sentimos que ya llegamos tarde. La mayoría de estos hechos pueden ser prevenidos, por eso hacemos mucho hincapié en la concientización". 

El juicio por la causa de Matías tuvo un fallo histórico. El responsable, Víctor Hugo Altamirano, fue condenado a 8 años y cuatro meses de prisión. Es el primer caso en la historia del derecho argentino en el que un hecho de tránsito fue caratulado homicidio simple con dolo eventual y no como homicidio culposo. Diego Dieguez Ontiveros, abogado de la familia Cardozo y Secretario General de Malditas Picadas, actualmente asesora a tres de las víctimas en la Picada Mortal de Haedo, donde busca que, a través de la jurisprudencia del caso de Matías, se aplique una pena similar.

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