La inclusión del gimnasta Nicolás Córdoba despertó un festejo dentro del Comité Olímpico Argentino, y a su vez a los más de cien años de historia olímpica en el país. Es que el cordobés fue el 213° clasificado a Río de Janeiro 2016, cifra que igualó a Londres 1948 en cantidad de atletas. Pero el número de deportistas en cada evento máximo varió a lo largo del tiempo, hasta llegar a niveles muy inferiores.
El esgrimista Francisco Camet fue el único que representó al país en los Juegos de París 1900, y, a su vez el primero. Obtuvo un diploma por finalizar cuarto. El patinador Héctor Torromé y el boxeador Angel Rodríguez también fueron los únicos deportistas en Londres 1908 y Amberes 1920, respectivamente.
Ya para París 1924 el Comité Olímpico Argentino se puso sobre los hombros la organización de una delegación para que compitiese en un Juego. 77 atletas lograron llegar a Francia aunque ninguna mujer. Obtuvieron las primeras medallas y fueron seis medallas: una de oro (polo), tres de plata (Luis Brunetto en salto triple, Alfredo Copello y Héctor Mendez, en boxeo) y dos de bronce (Pedro Quartucci y Alfredo Porzio desde el box).
La contracara de logros de medallas se produjo en Montreal 1976, cuando 69 deportistas no pudieron ganar ninguna presea, lo que significó una crisis.
Con la ausencia en Moscú 1980 debido al boicot político a la Unión Soviética, recién en Seúl 1988 una joven Gabriela Sabatini le daba la plata en tenis individual y el histórico equipo de vóley le otorgó un bronce.
En Atenas 2004, el fútbol se coronó con la dorada, y puso así fin a una racha adversa sin oros desde Helsinki 1952, cuando Tranquilo Cappozzo y Eduardo Guerrero fueron los mejores en remo, con un bote deteriorado.