Una medida judicial le impuso a dos padres de Quilmes una orden perimetral para que no se acerquen a menos de 500 metros de una clínica a la que denuncian por mala praxis luego de la muerte de su hija.

Se trata de Mariana Franco y su marido Carlos, a quienes la justicia los consideró como "una amenaza contra la institución", después de que realizaran varias protestas y escraches pintando las paredes de la Clínica del Niño de Quilmes.

La medida indica que ambos no pueden circular por el perímetro establecido hasta que el Poder Judicial considere que ya no representan peligro alguno.

Esta orden llegó luego de que los propietarios de la clínica presentaran una denuncia en la justicia por los escraches que realizaron estos padres frente al edificio ubicado en calle Lamadrid 444 de Quilmes.

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En el mes de abril, Mariana Franco llevó a su hija a esa institución ya que presentaba un cuadro infeccioso. Según denunció, durante varias horas, los médicos no supieron explicar qué tenía Juli Fernández, que en menos de un día falleció debido a un Dengue hemorrágico. "Mi hija falleció por los medicamentos que le aplicaron los doctores" informó la madre.

Pedido de inspección

Desde que falleció Juli, la mujer realizó numerosos reclamos más allá de los escraches. Es más, llevó su dolor al Concejo Deliberante, donde se reunió con la edil Patricia Capparelli, del Frente Renovador, quien presentó un proyecto, que fue aprobado por el cuerpo, para pedirle a la Gobernadora de la Provincia de Buenos Aires, María Eugenia Vidal una inspección a la clínica.

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