El Cervecero se sacó la mufa ante Olimpo, al que nunca había podido vencer en el Centenario. Con goles de Nicolás Benegas y Da Campo, se impuso 2 a 1 y se quedó con tres puntos muy valiosos ante un rival directo en la zona roja.

El sabor del reencuentro. Quilmes se quedó con tres puntos claves ante un rival directo como Olimpo, en esa lucha que mantienen por mantener la categoría. Fue un ajustado 2 a 1 para romper el maleficio y conseguir el primer éxito del campeonato.

Era una finalísima para ambos. Con la tabla de los promedios en la mano, ninguno de los dos equipos podía darse el lujo de no sumar. Sobre todo el Cervecero, porque era local y necesitaba imperiosamente conseguir una victoria para ganar en confianza y volver a ganar luego de varias jornadas.

En un primer tiempo parejo y no tan bien jugado, en donde prevalecieron las imprecisiones y escasearon las oportunidades de gol, fue el dueño de casa el que, en su único avance a fondo, logró abrir el marcador. Luego de un centro bajo de Matías Orihuela, Nicolás Benegas logró controlar el balón y, en el mismo movimiento, desprenderse de la marca de Carlos Rodríguez y sacar un remate cruzado que dejó sin chances a Nereo Champagne.

VIDEO: LO MEJOR DE QUILMES 2-1 OLIMPO

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Tras el gol, los dirigidos por Cristian Díaz intentaron reaccionar. Sin demasiada claridad, logró quitarle la pelota a su rival y poner en aprietos a Quilmes, que se salvó de milagro cuando su arquero, César Rigamonti, a puro reflejo le ahogó el grito a Correa, que se había encontrado en una posición inmejorable como para señalar la igualdad.

En el complemento, el elenco de Alfredo Grelak no jugó con la misma intensidad, y eso Olimpo se lo hizo pagar. Cuando ya había hecho los méritos necesarios como para lograr el empate, el uruguayo Carlos Rodríguez le metió la cabeza a una falta ejecutada por Jacobo Mansilla y enmudeció el Estadio Centenario.

Parecía que a Quilmes se le venía encima la noche. No encontraba el rumbo y empezaba a jugar con los murmullos en las tribunas. Pero no ocurrió, porque contra todo pronóstico, en un avance que sacó de la galera, encontró la victoria. Nico Benegas pivoteó, aguantó la marca y tocó atrás para el ingreso de Nicolás Da Campo, que le dio como venía y, favorecido por un desvío en el camino, señaló el gol que le permitió al Cervecero sonreír por primera vez en el semestre.

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