La semana pasada se produjo el estreno mundial en Londres de la nueva película del director Ron Howard The Beatles: Eight Days a Week - The Touring Years.

Este suceso extraordinario que pone nuevamente en vigencia lo que fue el furor por los Beatles hace 50 años, vino acompañado de un disco que ya se vende en la Argentina y que refleja la histeria despertada por The Fab Four en sus shows en vivo. Live Ath The Hollywood Bowl, basado en el film Eight Days a Week, es este disco que refleja un trabajo monumental del higo de George Martin -Giles-, depurando cintas de registro de conciertos de The Beatles en 1964 y 1965, y que nos permiten conocer cómo sonaban realmente los Beatles en vivo. Para las nuevas generaciones que no vivieron el vinilo, es la primera vez que hay audio de calidad en cd de cómo los genios de Liverpool sonaban en vivo. Hay registros malos y algo mas o menos digno de The Hollywood Bowl del 77 en vinilo y una grabación de Hamburgo del 62, mas el concierto de la terraza que se vio en Let it Be. Se decía que al no escucharse desafinaban o tocaban mal... pero estas performances del 64 y 65 en el famoso Hollywood Bowl de Los Angeles, sencillamente suenan extraordinarias. Los temas: Twist & Shout, She's a Woman, Dizzy Miss Lizzy, Ticket To Ride, Can't buy Me Love, Thing We Said Today, Roll Over Beethoven, Boys, A Hard Day's Night, Help!, All My Loving, She Loves You y Long Tail Sally. El disco también será lanzado en vinilo de 180 gramos el 18 de noviembre. El álbum incluye un booklet de 24 páginas con un ensayo del prestigioso periodista David Fricke (Rolling Stone) y su portada es una soleada imagen de The Beatles, tomada el 22 de agosto de 1964 por el tour manager Bob Bonis, mientras John, Paul, George y Ringo abordan un avión para su primer concierto en Vancouver, Canadá. Documentar y recuperar los conciertos de The Beatles en el Hollywood Bowl no fue fácil, como explica el productor George Martin en las notas para el vinilo de 1977, The Beatles At The Hollywood Bowl: "El caos, el pánico en verdad, que reinaba en esos tres conciertos era inverosímil, a menos que uno estuviera allí. The Beatles no tenían retorno de sonido, así que no podían escuchar lo que estaban cantando y la suma de 17.000 jóvenes y saludables pulmones hubiese hecho inaudible la turbina de un jet"

A pesar de que "The Beatles: Live At The Hollywood Bowl" hace referencia al disco en vinilo de 1977, descatalogado, este es completamente un nuevo álbum, para el que se usaron las cintas originales de tres pistas de grabación del concierto. Para preservar la furia y excitación de los shows con la mejor claridad y calidad se recurrió a los premiados Giles Martin (productor, hijo del legendario George Martin) y Sam Okell (ingeniero de sonido) que remixaron y remasterizaron el disco en los estudios Abbey Road Studios, incluyendo las 13 canciones originales más 4 adicionales jamás editadas que figuran como bonus track: You Can't Do That (1964), I Want To Hold Your Hand (1964), Everybody's trying to be my baby (1965) y Baby's in Black (1965).

En este material sobresale, mas allá del clima de festiva histeria en el ritual compartido, el tempo de Ringo para tocar la batería. El Beatle menos popular no erraba un palo frente a tanta gente enloquecida y mantenía a la banda encuadrada en sus bases. Así las cosas, este disco es altamente recomendable para los fans de aquellos años o para las nuevas generaciones que quieran conocer cómo sonaban en su mejor momento. Como dijo George Martin, productor del grupo "Aquellos que tuvieron la suerte de estar presente en los conciertos en vivo de Los Beatles en Liverpool, Londres, Nueva York, Washington, Los Angeles Tokyo Sydney o donde fuere, sabrán cuán sorprendente, cuán únicas fueron esas performances. No era solo las voces de Los Beatles: era la expresión de la gente joven de aquel tiempo del mundo".

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