Tras bambalinas, en las peleas previas de las principales carteleras, ya asoman nuestras próximas figuras del boxeo argentino: TNT Maidana, Alan Castaño, Neri Romero y Juan José Velasco, pusieron su granito de arena el último finde, y todos acá, en el país. La nueva Era está en sus puños.
No es fácil encontrar en este momento algo que elogiar en el boxeo argentino, salvo alguna que otra actuación aislada.

Pero así como Brian Castaño dejó preocupación y un sabor amargo en la velada de González Catán del pasado sábado, cuando ganó el título mundial interino superwelter de la AMB frente al puertorriqueño Emmanuel de Jesús, todo lo contrario sucedió en la previa con su hermano Alan, con Fabián "TNT" Maidana –hermano del Chino- y con una de las revelaciones de la temporada, Neri Romero.

El Castaño grande, la esperanza original, venció por KO 6 a de Jesús tras caer inesperadamente en el 2º, cosa que empañó su performance. Pero en la misma noche, los integrantes del "Team Maidana" se destaparon y tuvieron la mejor actuación profesional desde que integran el equipo, no sólo por sus rendimientos, sino porque enfrentaron a oponentes respetables.

Especialmente TNT, por su extraordinaria definición lograda con contundencia y clase, superior en técnica a cualquier KO de los muchos que consiguió su hermano, siempre amparado en su potencia.
TNT ejecutó una maniobra de crack, repitiendo con la misma mano (la izquierda) hook abajo y cross arriba como si fuera un solo movimiento, para definir con recto de derecha a la cabeza del Chuña Romero, un duro probador, de no gran record, pero al que no es fácil noquear así nomás.

El Chuña le había quitado el invicto el año pasado a otra promesa como el Chucky Verón con un sorpresivo KO 2, y en este 2016 perdió por puntos en la revancha. Es decir, terminó de pie. Y También en 2015 había vencido nada menos que a Emanuel "El Pirata" Peralta, el mismo que este año dio el batacazo en California al vencer a Robert Guerrero.

A ése, TNT le metió un KO de aquellos. Con una combinación reservada sólo a los elegidos, que si uno la comparase con el fútbol sería algo así como tirar un caño, una rabona, o hacer un gol de chilena. Resta que tenga la regularidad necesaria, y repita estas actuaciones por un largo tiempo, algo que como amateur no sucedía.

El otro fue Alan Castaño, que enfrentó en pelea áspera, sucia, y dura a un púgil joven (22 años) y en ascenso como José Antonio "Tsunami" Villalobos, de 9-2-2, 5 KO hasta ese momento, a quien venció por puntos.

Alan siempre estuvo a la sombra de su hermano, pero a decir verdad -sin haber alcanzado categoría de crack-, por enjundia, guapeza y resistencia, hoy en día es el más confiable de ambos. Capaz de cruzarse a palo y palo con cualquiera –como hizo con Villalobos- y prevalecer. No puede decirse lo mismo "hoy" de Brian.

Carece de defensa, es cierto, y le falta la técnica -y otrora justeza- de Brian, que conectaba en velocidad el 90 % de lo que tiraba -ya no es así-, pero puede conseguirlo en el gimnasio, mientras que lo que posee es intransferible e inentrenable.

El tercero es Neri Romero (27 años), aún prospecto en ciernes, en nivel inicial de revelación, pero que hizo 5 peleas en el año, todas ganadas por KO. Y si bien no fueron ante grandes rivales, ni frente a púgiles con records positivos –salvo en el debut-, se mide contra hombres más experimentados que él.

El del último sábado fue el santafesino Jacinto Gorosito, 28 años y 5-8-5, 1 KO hasta ese momento, que casi lo quintuplicaba en peleas.

Y Romero no sólo lo venció por KOT 2, sino que dio una clase magistral de cómo usar el gancho al hígado, el trabajo a la zona baja, la inteligencia y precisión para definir en toda la geografía de su adversario, algo que acá fue patrimonio de muy pocos, entre ellos Pablo Chacón, Cotón Reveco, Lucas Matthysse, y de vez en cuando Omar Narvaes. Yendo más hacia atrás, quizás Ramón La Cruz, aunque en épocas del blanco y negro que cuesta rememorar y comparar por la ausencia de archivos fílmicos.

Mas no fueron sólo patrimonio del "Team Maidana" las buenas labores del último finde. A poca distancia de allí, en Isidro Casanova, hubo otra velada de boxeo profesional, encabezada por la "Muñequita" Sabrina Pérez, que conquistó el título gallo AMB al vencer por puntos a la mexicana Alondra García.

Pero ese combate fue anecdótico. La verdadera atracción estuvo en el choque entre dos ex Cóndores, representantes del equipo nacional de boxeo amateur ante AIBA. Uno en su rol de profesional -el noqueador entrerriano Carlos Aquino-, y otro de amateur -el jujeño Juan José Velasco-.

Ambos ya como rentados se enfrentaron a 8 vueltas, y Velasco, de 29 años y 14-0-0, 8 KO, le dio una lección de boxeo y eficacia a Aquino, quien se suponía era el de la potencia, derribándolo 4 veces y venciéndolo por KOT 5.

Una paliza amparada en su destreza técnica, no exenta de justeza, que le agregó picante a sus golpes, transformándolo en una máquina destructora, y al entrerriano en un púgil inocuo.

Velasco peleaba como amateur en mediano, enfrentando primero a púgiles de hasta 75 kg, y luego hasta 69, ya que en AIBA las categorías saltan de 64 a 69 kg sin escalas. Era perdedor, aunque mostraba una buena técnica, que no alcanzaba para neutralizar la potencia de sus rivales. Ahora sobra. Pelea además en 66 kg, su verdadero peso, con púgiles como él y guantes diferentes.

Excluyendo a Neri Romero, cabe analizar que los Castaño, los Maidana y los Velasco, fueron parte reciente del equipo amateur argentino en sus diferentes áreas de AIBA. No nacieron de un repollo.

Y quizás pronto exploten los Melián, Yamil, Fernando Martínez y Palmetta, cada vez con más edad y menos peleas, la tendencia moderna del boxeo mundial, al que hay que acostumbrarse. Pero el boxeo argentino está en sus manos, y viceversa. Cuanto mejor esté preparado uno, más engrandecerá al otro.

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