El “Sabalero” se impuso 3 a 1 en Parque Patricios y dejó al Globo muy complicado con los promedios. "Tengo dudas de seguir", declaró el DT.
Sí, es cierto, Huracán tuvo varias situaciones como para torcer la historia. Pero hay motivos, claro que hay motivos como para explicar no solamente esta derrota, sino este duro presente que lo tiene al borde de ingresar a la zona de descenso. Cometió errores graves que terminó pagando con la derrota y dejando sin efecto todo lo que hizo de mitad de cancha hacia adelante. Falló un penal, metió una pelota en el poste y dejó a su entrenador con muchas posibilidades de decir adiós. "Tengo dudas de seguir", dijo después del partido.

Esta vez, Caruso repitió el tradicional esquema pero con un Toranzo que volvió a jugar y que asumió funciones más ofensivas. Tuvo una cuando Depetris encontró las piernas de Fatura Broun, que empezaba a edificar su muy buena tarde. Pero Colón estuvo lejos de ser un partenaire. Con una línea de tres centrales y otros tantos volantes defensivos, Montero apostó a la tenencia de la pelota y así generó dos situaciones claras. En una, Marcos Díaz respondió de manera brillante ante Leguizamón. Y en la otra Torres, a pesar del ángulo cerrado se animó y la puso contra el palo izquierdo y generó además un "recital" de canciones de cuestionamiento de los hinchas de Huracán a su equipo. Tardó en asimilar el golpe Huracán, aunque tuvo una clara pero Broun sacó sobre la línea aquel cabezazo del Cacu Gamarra.

Apostó un par de fichas Caruso en el segundo tiempo. Angulo entró e hizo la jugada que terminó con aquel zurdazo alto de Depetris que restableció la igualdad y a Chacana, Broun le cometió penal cuando intentaba eludirlo. Era el momento de Huracán, pero Romero Gamarra no asumió la responsabilidad y si lo hizo el pibe Iritier, con un tiro esquinado y a media altura, al cual Fatura mandó al corner con un manotazo. Enseguida Chacana se la cedió a Angulo, pero el ecuatoriano la mandó por arriba.

Allí nació otro partido, porque Huracán sintió que no se le iba a dar. Montero rearmó una línea de cuatro y con Olivera, Angulo no pesó más. Además, acertó con la entrada de Bernardi. Y fue justamente el volante el que remató de forma perfecta un contraataque, definiendo por encima de Marcos Díaz. Allí se le terminó al Globo la lucidez que le quedaba y para colmo, cuando se jugaba el tercero de los cuatro minutos que adicionó Paletta, Leguizamón le puso el moño a una doble pared con Bernardi para anotar el 3 a 1 para que los silbidos fueran el decorado.

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