Tras perder el clásico con Racing y en medio de un clima caliente con sus hinchas, Independiente se impuso 1 a 0 frente a los suplentes de Gallardo y le dio aire a Milito. Diego Vera, de cabeza, hizo el gol en el segundo tiempo.

Se gritó como se grita un gol en una final. Mezcla de alivio, de desahogo y de cachetazo a la impotencia. La palomita de Vera, en un partido cargado de tensión para Independiente, hizo explotar al Libertadores de América transformado en un polvorín en la noche del domingo.

El equipo de Milito venía de pasar vergüenza y, para escarbar en la herida de su impotencia, Gallardo había resuelto presentar un equipo integrado por mayoría de juveniles, con la excusa de preservar a buena parte de sus titulares para la final de la Copa Argentina.

Ese cóctel terminó favoreciendo a Independiente, por escaso margen, en el contexto de un partido con pasajes de ida y vuelta que, aún pese a sus fricciones y ráfagas imprecisas, no dejó de ser entretenido.

Los dos arqueros debieron estar atentos para contrarrestar sobresaltos. Campaña, incluso, vio cómo un cabezazo de Montiel, tras un centro de Mora, se estrellaba en el palo. Independiente, empujado por su amor propio, también tuvo un par de aproximaciones muy claras en el primer tiempo: un ingreso libre de Ortiz que tapó Batalla y un cabezazo de Denis que se fue apenas alto.

En la segunda parte los dos apretaron el acelerador; en especial los entrenadores moviendo las fichas. Gallardo mandó a la cancha a Driussi y a Tomás Martínez, mientras que, un rato después, Milito metió a Meza, Rigoni y Barco. El trámite siguió con un ida y vuelta sostenido aunque algo desprolijo. Ya sin Denis, el Rojo no dejó de apostar a los centros y, en uno de ellos, de Rigoni desde la izquierda, llegó el gol de Vera, arrojándose en palomita en el segundo palo, después de que Martínez Quarta peinara el balón sin llegar a despejar.

El premio era para Vera, el que más lo había buscado, el que nunca renunció a sus corridas al vacío y a pelear contra todos los rivales. Uno que apuntaló siempre las buenas intenciones del equipo había sido el debutante Fabricio Bustos, quien mantuvo su regularidad a lo largo de todo el juego.

River quemó sus últimas energías buscado el empate que no llegó. Mayada, entrando de derecha a izquierda, sacó un zurdazo que Campaña mandó al corner. Y ya en el final, hubo un intercambio de llegadas muy claras con un cabezazo de Driussi exigiendo a Campaña de un lado y Vera perdiéndolo ante Batalla del otro.

Fue triunfo de Independiente, con lo justo pero mostrando entereza en su hora más turbulenta. Cayó River, que guardó la fichas para el paño copero y desperdició una chance para acercarse a la punta.



EL GOL DE VERA:

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Las estadísticas del partido:


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