El asalto, que se conoció hoy pero fue cometido el domingo, comenzó cuando Luis Ricardo Alcaraz (79), salió -debido a un corte de luz- al frente de su casa, ubicada sobre la calle Independencia de esa localidad, a 68 kilómetros al norte de Posadas.
Dijo que todo el tiempo le pedía "plata, plata, plata" y le decía que "no era ladrón, pero que estaba desesperado porque la mamá tenía cáncer y necesitaba dinero, que es una realidad, pero siempre tienen una excusa parecida como para justificarse".
Alcaraz aseguró que no le vio las caras a los ladrones porque le alumbraban siempre la cara y que cada vez que le pedían algo y él no accedía le cortaban la yema de los dedos, "que es muy doloroso y muy sangrante".
Entonces, a punta de pistola, salió de la casa caminando con uno de los asaltantes rumbo a un cajero que se encuentra a unas tres cuadras, mientras los dos cómplices los seguían desde atrás.
Entonces, se abalanzó sobre el ladrón que llevaba al juez, el cual escapó corriendo al igual que sus cómplices.
El juez de Paz recibió curaciones en el hospital local por las lesiones que sufrió en el cuero cabelludo, en la frente y en tres dedos de la mano izquierda.
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