El cirujano acusado por la muerte de una mujer a la que operó para colocarle un implante de glúteos fue detenido este jueves en la misma clínica clandestina de la capital mendocina, en la que fue sorprendido por la policía mientras se operaba a sí mismo para alargar su pene.
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Luego de la autopsia de la mujer, la fiscal Claudia Ríos que investiga su muerte allanó la clínica clandestina en la que Arzuza operaba y lo sorprendió mientras se sometía a sí mismo a una cirugía de alargamiento peneano.
El mismo cirujano había sido investigado en 2013 por otro caso de mala praxis en el que un empresario falleció luego de una cirugía estética debido a la anestesia.