Proyecto
¿Cómo es la historia del Zoo sureño de Buenos Aires? El presidente Julio Argentino Roca, al finalizar el año 1904, le dio a Clemente Onelli la dirección del Jardín Zoológico de la Ciudad de Buenos Aires (el de Palermo), reemplazando a su antecesor Eduardo Ladislao Holmberg. Este científico, naturalista, conservacionista, geógrafo, arqueólogo, paleontólogo, zoólogo, botánico, explorador y escritor llegado de Roma buscó aumentar la cantidad y calidad de los animales en exhibición creando dos anexos. Uno, en el año 1907 en el barrio de Parque Patricios denominado Zoológico del Sud, y el otro en el año 1914 en el entonces Parque Saavedra.
El primero se vinculaba con el actual Centro de Investigaciones Neurobiológicas en el Hospital Borda (hoy Monumento Histórico Nacional). En estos, además de animales, se contaba con un par de ejemplares vegetales exóticos, cada uno donado por las embajadas de cada país con la que la República Argentina mantenía relación. El Jardín Zoológico del Sud y su Jardín Botánico fueron diseñados por arquitectos paisajistas alemanes y decorados con unas cuarenta esculturas clasicistas, algunas, como "El Gladiador Caído", de gran porte.
Considerado como un paseo similar al de Palermo y con un fácil acceso para los vecinos de la zona sur, el zoológico estaba ubicado dentro del Parque de los Patricios, (Avenida Caseros, Uspallata, Monteagudo y Avenida Almafuerte).
Al principio consistía en un edificio circular con unos pocos animales, un camello, un dromedario, cuatro cebúes, dos guanacos y dos avestruces. Todo el paseo decorado con estatuas y arboleda bellísima y un llamativo palomar romano. Reunía más de 30.000 personas por fin de semana, era un paseo esplendoroso para los habitantes de los barrios del Sur. En la zona de entrada se encontraba la fuente de agua desde donde salían todos los caminos internos. Más atrás, se encontraba La loba, amamantando a Rómulo y Remo, como el ícono fundante de la antigua Roma Imperial. A un costado, se alzaba el Templo de Júpiter, utilizado en este caso como un depósito de forraje para la alimentación de animales. Más atrás, el Erecteón, que albergaba gran cantidad de pájaros exóticos. Por Caseros estaba "El templo de Vesta" que encerraba aves de gran envergadura. Y al sur estaba "El templo de la fortuna viril de Roma", una gran confitería.