Pero en toda carrera hay una visagra y la buena estrella de Will se terminó cuando rechazó el papel de Neo en The Matrix y aceptó el de Jim West en Las Aventuras de Jim West, uno d elos más grandes fracasos del cine de los últimos 20 años. Desde entonces, la filmografía de Smith se balanceó entre alguna que otra secuela de sus trabajos previos y otros films olvidables. Pero a comienzos de esta década, Will incursionó junto a su hijo (que más que hijo es un clon suyo) en la recordada En Busca de la Felicidad, que lo volvió a colocar en el panteón de actores y le abrió las puertas (en todo caso se las abrió el mismo con su productora) de films mas "serios".
De esta manera, Will siguió probando con papeles más jugados como el de "Siete Almas" y "Focus"mientras seguía facturando con algún que otro tanque.
De esta manera, llega a los cines locales esta "Belleza Inesperada", una película que nadie debe estar esperando porque no figura en los rankings de películas con más expectativas a nivel nacional y que tampoco aporta nada nuevo.
La historia es la de tres ejecutivos de una agencia de publicidad que deciden vender el negocio pero se encuentran con un severo escollo: Howard (Smith), el dueño de las acciones mayoritarias se ha "retirado" luego de una tragedia personal y no quiere saber nada con la vida.
Dispuestos a enfrentarlo con la realidad, los ejecutivos deciden contratar a una actriz (Mirren)y a algunos de sus alumnos para que hagan reaccionar a Howard a cualquier precio, incluyendo la opción de hacerlo pasar por loco.
Sin embargo, una idea tan trillada como esta no sólo no incorpora nada nuevo (por más que a la mona la vistan de seda...) sino que cuenta con el deslucimiento de casi todos los intérpretes, salvo por Helen Mirren a la que no hay con qué darle y que realiza una gran interpretación.
En definitiva, Belleza Inesperada es así, inesperada debido a lo poco atractivo de su propuesta.