En ese sentido, la titular de Abuelas de Plaza de Mayo defendió a los ex presidentes de las acusaciones de corrupción, en particular de los famosos bolsos de José López: "Sé lo de la bolsa de los dólares pero es una persona. Es como si yo acá tuviera alguien que haga lo mismo. ¿Me van a echar la culpa a mí? ¿Qué vas a hacer si tenés empleados deshonestos? Yo personalmente tengo la confianza de que 'los Kirchner' no eran gente deshonesta. Tienen mucha plata. Pero eso no es robar".
Carlotto marcó un contrapunto con el gobierno actual: "Hay que dejar todo bien clarito para que ningún gobierno pueda desarmar todo lo que es memoria. Este Gobierno, por ejemplo, quiere olvidar. Discutieron el número de desaparecidos. Por eso no puedo cruzarme de brazos porque yo encontré a mi nieto".
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Y, al ser consultada sobre si se sintió usada por los Kirchner, sentenció: "Cuando esta gente que gobierna hoy dice que los Kirchner nos utilizaron, yo digo que, al contrario, nosotras utilizamos a los Kirchner, porque conocíamos su sensibilidad para estos temas".
Por otro lado, reconoció que le dolió que su nieto recuperado, Ignacio Montoya, no haya querido cambiarse el nombre que le pusieron sus apropiadores: "Me dolió porque el mundo entero lo buscó como Guido. Se lo puso la mamá, y era por su papá, mi esposo. Tenemos que conocernos, él no me conoce y yo a él tampoco. Me dolió pero yo lo entendí. Está en proceso y es el ego. Pobrecito, le tocó Estela. Yo le complico su vida social y política".
Por último, volvió a admitir su equivocación con el Papa Francisco: "Cuando fue elegido, la expresión en la institución fue de indignación. Y yo tuve el poco acierto de manifestarlo a la prensa. Después, cuando viene la verdad dicha por quienes merecen la total confianza nuestra, como Alicia Oliveira, cambié de opinión y rectifiqué".
"Creo que ahora le salió la verdadera personalidad. La Iglesia nunca nos ayudó. Salvo siete obispos que se jugaron la vida, el resto era silencio o complicidad. Ahora hay un cambio muy grande", cerró.
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