Una jornada espectacular de playa para la mucha gente que llegó. Calor, casi nada de viento y el mar con temperatura ideal. Tras el temporal de la madrugada, el verano volvió a adueñarse de la costa. Para este sábado se espera una temperatura máxima de 39.

MAR DEL PLATA (Enviado especial).- La noche del jueves llegó con sorpresas. Los pronósticos que hablaban de posibles chaparrones dispersos se transformaron en un intenso temporal de lluvia y viento que sacudió a la ciudad y, a su turno, al resto de las localidades costeras de la zona, durante la medianoche y la madrugada.

Fue entonces cuando el anuncio de "un fin de semana espectacular" al que hacían referencia todas las páginas del clima, se puso en duda. Era difícil imaginar que, semejante tormenta, con mucha electricidad entre las nubes (sólo hubo un rayo en la zona Sur que hizo mucho estruendo al caer la tarde), dos chaparrones a modo de diluvio y mucho viento pudiera preceder al día que finalmente se armó: un viernes inmejorable, con cielo impecable de color celeste y los últimos coletazos del viento mermando a medida que transcurría la mañana y que, sobre el mediodía, pintaron a la jornada con los mejores colores del verano en lo que va de la temporada.

Por eso, a la hora de desembarcar en la playa, con el termómetro acariciando los 32 grados, una cálida brisa que soplaba desde el Oeste (o "desde la tierra", como dicen en la costa) no hubo lugar a dudas: había que instalarse en la playa resueltos a quedarse en ella hasta bien entrada la tarde.

"Hoy hace calor de verdad", era la frase que más se escuchaba entre los turistas que ya se conocen por su asiduidad en los balnearios elegidos. Mucha gente instalada en los sectores públicos, espacios que quedaron colmados cuando, en las playas con balnearios privados, aquellos que alquilan carpas decidieron salir rumbo a la orilla con sillitas y provisiones para hacerle frente al sofocante calor que se sentía en las zonas más reparadas.

Recién por las 15.30, cuando la jornada estaba en su esplendor, aparecieron algunas nubes que, lejos de preocupar al público, ofrecieron algo de reparo a la  fuerza con que brilló el sol desde la mañana.

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Mucho protector solar,  la vianda con frutas o sanguches -según la etapa de la dieta que estemos atravesando-, líquido suficiente para hidratarse y muchas ganas de disfrutar de los días del descanso.

Hubo otro elemento que le dio color a la jornada: mucha gente arribó a la ciudad en las últimas horas, por lo que se espera otro fin de semana signado por la marcada presencia de público. "Entre el calor que está haciendo otra vez en Buenos Aires -contó Clemente, radicado en esta ciudad desde hace unos años- y el fin de semana a pleno sol y con mucho calor que se espera en la costa, creo que éstos van a ser los días más intensos en lo que va de la temporada".

A media tarde, la brisa del Oeste rotó a Sudoeste y se hizo un poco más refrescante pero las condiciones del día no variaron: la sensación térmica siguió clavada en más de 32 grados y, conforme uno se aceraba a la orilla, cualquiera fuera la playa elegida para el descanso, aparecía otra frase que se hizo recurrente a lo largo de este mes de enero: "El mar está espectacular".

En ese rubro, salvo los excesivamente friolentos que apenas aceptan refrescar un poco los pies, el resto tuvo definiciones de todo tipo que se escuchaban a paso: "Hace muchos años que vengo a Mar del Plata y no recuerdo que el mar haya estado tan templado y durante tanto tiempo", decía Jorge de Vicente López; "invita al chapuzón", expresó Ezequiel después de su cuarta excursión a desafiar las olas; "la verdad que parece el agua del mar de Brasil, no da ganas de salir", le exclamaba Érica a su cuñada, para luego agregar: "a lo único que le tengo miedo es a que aparezcan las aguavivas... porque cuando el mar está caliente suelen arruinar el día". Sin embargo, como no hay viento Norte, este peligro aún no ha afectado la zona.

Para el sábado y domingo, de acuerdo a los pronósticos, seguirá el calor, incluso hubo páginas que anticiparon una máxima de 39 grados. Además, no se descartan algunos chaparrones, pero no tan intensos como el de la noche del jueves.

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