El Millonario cerró su participación en el certamen que se disputa en los Estados Unidos con una caída, por 1-0, ante el conjunto brasileño. El único tanto del encuentro fue obra de Nene, de tiro libre. El equipo de Marcelo Gallardo terminó cuarto en el torneo

Lo pasaron para el cuarto. River, que no hizo un buen primer tiempo pero mejoró notoriamente en el segundo, fue claramente perjudicado por la terna arbitral y terminó cayendo 1 a 0 ante el Vasco da Gama de Brasil, que se quedó con el tercer puesto de la Florida Cup. Al Millonario le anularon un gol, no le cobraron un penal y le convirtieron el gol a la salida de un tiro libre por una infracción que no existió.

El Millonario puso en cancha una formación que mezclaba experiencia con juventud para darle rodaje a un sistema algo inusual para Marcelo Gallardo, apostando en la mitad de la cancha por dos mediocampistas de recuperación (Leonardo Ponzio y Joaquín Arzura) y dos de creación (Matías Moya y Gonzalo Martínez).

Al club de Núñez le costó poner en posición de gol a Lucas Alario, que estuvo bastante aislado por el centro. Sebastián Driussi retrocedió más de la cuenta y casi no se juntó con el Pipa, aunque se las ingenió para, dos veces, rematar al arco y toparse con buenas respuestas de Martín Silva. La falta de juego que tuvo River en ese primer tiempo se debió, en gran medida, a las pocas veces que se asociaron el Pity y Moya, por momentos bastante intermitente.

Vasco tuvo menos la pelota, pero mayor precisión para manejarla y fue más claro, sobre todo, de tres cuartos de cancha hacia adelante, llegando dos veces de manera clara. La primera fue con un remate cruzado de Yago Pikachu que se fue rozando el palo de Augusto Batalla, y la de mayor peligro en los pies de Thalles, que intentó meterla de emboquillada ante la apresurada salida del arquero y el balón terminó estrellándose en el travesaño.

En el complemento, el Millonario cambió la imagen. El Muñeco buscó variantes en el banco de los suplentes y éstos respondieron. Los ingresos de Rodrigo Mora y de Tomás Andrade fueron determinantes para inclinar el partido a su favor. Martínez empezó a agarrar más la pelota y el uruguayo fue un peligro constante en el área rival.

River se cansó de llegar con claridad, pero la falta de contundencia y los errores arbitrales (le anularon mal un gol a Mora) le terminaron jugando una mala pasada, sobre todo cuando Nené colgó cerca del ángulo un tiro libre tras un foul que no existió y le permitió a los cariocas quedarse con el tercer lugar, el premio consuelo del torneo disputado en los Estados Unidos.

La mancha del partido, más allá del resultado, fue cuando Driussi, tras un golpe en la pierna derecha, debió abandonar el campo de juego, a los 7 minutos de la segunda parte. En el Millonario son optimistas y consideran que fue sólo eso: un golpe.

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