El 16 de abril de 1987, en procura de detener los procesos judiciales por violaciones a los derechos humanos cometidos durante la dictadura, comienza una sublevación militar liderada por el teniente coronel Aldo Rico. La reacción de los principales partidos políticos ante el alzamiento fue ejemplar y, más allá de las diferencias políticas y cálculos electorales que los separaban, todos apoyaron el presidente constitucional Ricardo Alfonsín, suscribiendo un Acta de Compromiso Democrático.