SE ENFRENTARON EN LA ANTIGUA PRIMERA B
Un día como hoy, pero de hace 30 años, Argentino de Quilmes y el Quilmes A. Club se enfrentaban por última vez en forma oficial. Muy cercano a la fecha del aniversario de la ciudad, que ocurrió 2 días antes, aquel 16 de agosto de 1981, por la 26ª fecha del torneo de la antigua Primera B y en un terreno neutral (aunque el local era el Mate) se vieron las caras por última vez, en forma oficial, los equipos que animaron el primer clásico de la historia del fútbol argentino.
Los cambios que se dieron en el fútbol argentino, las reestructuraciones de los torneos y factores ligados directamente a cada institución, hicieron que nunca más volvieran a enfrentarse por torneos de la AFA. Quizás, con la reciente creada Copa Argentina, se dé la posibilidad de un enfrentamiento oficial entre ambos, ya que mientras los Cerveceros buscan ser animadores del Nacional B y volver a Primera, los Mates buscan desde hace algunas temporadas abandonar la última de las categorías, la Primera D.
Después de su lustro más exitoso en la Primera (que incluyó el título del 78), Quilmes volvía a la Primera B en 1981 y allí estaba Argentino, para reeditar el clásico que no se daba desde 1965. Los Cerveceros tenían como objetivo retornar pronto a la elite del fútbol (algo que consiguieron ese año), mientras que Argentino tenía muy buenos equipos por aquellos años y le daba pelea a los grandes candidatos al ascenso.
Una gran expectativa se generó para el primer choque, que se realizó en el viejo estadio Cervecero de Guido y Sarmiento, el 21 de marco del ‘81, por la quinta fecha del torneo de la B. La victoria fue para Quilmes, con gol de Batalla, en un partido muy parejo, ante un estadio colmado por los simpatizantes de ambos equipos. De ese modo, los cerveceros sumaban su quinto triunfo consecutivo en otras tantas fechas, en un arranque espectacular, que lo ponía como el gran candidato.

Tiempo de revancha

Más tarde llegaría el tiempo de las revanchas, la segunda rueda ya no tenía a los Cerveceros con su paso arrollador y el Mate era un equipo aguerrido, un plantel con grandes nombres que intentaba acercarse a la pelea por el ascenso. También hubo gran expectativa para la revancha, pero con un punto adicional: el posible cambio de cancha.Por un lado, la gente de Quilmes decía que el estadio Mate no estaba en condiciones para albergar un encuentro de estas características, mientras que en Argentino no querían ceder la condición de local. Finalmente, en la semana previa al clásico, la Municipalidad de Quilmes (cuyo intendente era Julio Cassanello) realizó una inspección y determinó que el partido debía trasladarse de estadio. La cancha de Independiente fue la elegida. 

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