Petrone: "En el Dakar hay que vivir momentos límite"

“El Dakar que viene lo encararé con mi equipo propio SP Racing Team, como me lo había puesto como objetivo; y lo haré con una Kawasaki KLX 450 (los anteriores lo hizo con Beta y Yamaha)”, dice quien debutó en las motos a los 8 años en los bosques de Ezeiza, donde nació y vive.

En 1994 en el campeonato de motocross de Buenos Aires, comenzó a full en las dos ruedas: “He corrido más de 300 carreras hasta ahora (actualmente lo hace también con una Kawasaki KLX 450)”, menciona que incluyen el Enduro del Verano, Desafío Ruta 40, Mundial de Enduro, motocross y enduro en Entre Ríos y San Luis.

“En 2015 -menciona- decidí armar mi propio equipo junto a la empresa de publicidad Success de mi prima, con Pablo Pettiti a cargo de la asistencia técnica, Marcelo Duran mi manager; Omar, mi mentor que es sicólogo; somos 10 personas y para el Dakar 2018 nos apoyaría la empresa Top 1 de EE.UU.”.

Acerca de cómo se encuentran los argentinos que corren el Dakar en motos, en relación a los extranjeros, Sergio sostiene, que “lejos en la parte técnica, con las motos; y en lo conductivo también en cierta forma por el nivel en el que ellos compiten, de todas formas, damos batalla”.

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Aguarda el Dakar optimista: “Me gusta el recorrido del 2018, me estoy preparando duro en lo físico y sobre todo en lo mental. Yo mismo me concientizo sobre cómo enfrentarlo; soy muy fuerte de arriba, je, algo fundamental para superar momentos críticos que puedan presentarse. En el Dakar andás por lugares inhóspitos, con mucho frío, mucho calor, lluvia, barro, arena; hay que estar muy bien entrenado”.

En tal sentido Petrone admite que “correr el Dakar en moto es más peligroso y extenuante que hacerlo en cuatri, autos o camiones donde vas mucho más cómodo, pero lo mío son las motos más allá que haya que vivir momentos límites como los que les tocan pasar a muchos, en mi caso entre otros, me acuerdo cuando llegué al final de una etapa a las tres de la mañana y a las 5 tuve que salir de nuevo, sin dormir. Podés dormirte arriba de la moto y pasarla nada bien”.

Su objetivo en el próximo Dakar “es estar entre los 40 de adelante. Yo corro para competir y llegar lo mejor posible, compito aunque sea contra mí mismo y no sólo para dar la vuelta, eso ya lo hice en otras veces que lo corrí. Anduve por todos los terrenos, como dije las pasé feas, pero me di el gran gustazo de llegar al final, el Dakar es increíble, te hace sentir el cariño de la gente que te motiva y emociona; el eco que genera en la gente es único”