La suspensión que pesaba sobre Bruno Zuculini, jugador al que River utilizó en siete partidos de la actual Copa Libertadores, generó un lío inimaginable para la CONMEBOL, que ahora sufrirá el reclamo del Santa Fe de Bogotá, que compartió la fase de grupos con el Millonario. Sin embargo, menos mal que tanto Flamengo como Emelec tendrían decidido no reclamar nada. Igual la cosa sigue que arde en el edificio de la CONMEBOL en Luque.

Andrés Carreño, presidente de Santa Fe, advirtió que llegarán hasta las últimas consecuencias, para que la CONMEBOL resarza los perjuicios que, dice, afectaron al club bogotano: ‘Hay un hecho cumplido y es imposible que otro equipo, Emelec y Santa Fe, pudieron reemplazar a River, pero no se puede quedar así’, dijo el presidente en declaraciones a Directv Sports.

Como ya se vencieron los términos que tienen los clubes para estas reclamaciones, el club reclamará algún tipo de resarcimiento económico aunque Santa Fe no contaría con muchas chances de hacer torcer la decisión de la CONMEBOL.

Zuculini debió cumplir la suspensión en los dos primeros partidos por la fase de grupos (contra el Flamengo, en Río de Janeiro, y contra el Independiente Santa Fe, de Colombia, en Buenos Aires). Pero Zuculini no sólo disputó estos duelos, sino que también los cinco siguientes contra Emelec (dos veces, en Argentina y Ecuador), Santa Fe (en Bogotá), Flamengo (en casa) y, por último, contra Racing, como visitante, hay dos semanas.

En el comunicado oficial, CONMEBOL reveló que ninguno de estos adversarios del River en la Libertadores reclamó dentro del plazo de 24 horas después del término del partido y que, de esa manera, los resultados se mantienen.

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