Sus seis integrantes -entre ellos dos efectivos en actividad y un exonerado- recibieron penas de hasta cuatro años y cuatro meses de prisión. En varios hechos utilizaron móviles de la fuerza de seguridad.
Una banda mixta de seis boqueteros, entre ellos dos gendarmes en actividad y un exonerado, fue condenada a penas de entre tres años y medio, y cuatro años y cuatro meses de prisión, acusada de cometer robos en distintos comercios porteños, para los cuales empleaba móviles de la fuerza de seguridad.
En su fallo, el Tribunal Oral Criminal 13 destacó que se trataba de una organización ilícita que empleó “armas, herramientas de albañilería idóneas para realizar boquetes e instrumental para abrir cajas fuertes, además de contar con vehículos de apoyo particulares y de la Gendarmería Nacional Argentina”.
Las condenas recayeron sobre los cabos de Gendarmería Cristian Ricardo Andino y Crispín Gamarra; el exonerado de esa fuerza Mario Orlando Andino (hermano del primer cabo), Roberto Edmundo “El turco” Ale, Hugo Daniel Cáceres y Edison Edwin Blas Alcalde.
Los jueces consideraron a Ale como el jefe de la banda y al resto como integrantes de una asociación ilícita que cometió robos agravados en poblado y en banda y por efracción, es decir por haber forzado o roto defensas o medidas de seguridad.
Ale, quien cuenta con antecedentes penales y fue sindicado como un experto en la apertura de cajas fuertes, recibió una pena de cuatro años y cuatro meses de prisión.
En tanto, los cabos de Gendarmería Andino y Gamarra fueron condenados a cuatro años y dos meses, y cuatro años y un mes de prisión, respectivamente, mientras que el exonerado de esa fuerza, también de apellido Andino, fue penado con tres años y medio de arresto.
Por su parte Cáceres, empleado de una empresa que prestaba servicios de limpieza en uno de los comercios asaltados, y Alcalde, en cuyo domicilio en el barrio porteño de Constitución se secuestraron teléfonos celulares y otros elementos utilizados por la banda, fueron condenados a 4 años y cuatro meses y cuatro años de prisión, respectivamente. En el domicilio de Ale se secuestraron llaves y ganzúas, además de dinero en efectivo, nacional y extranjero.
El TOC 13 dio por probado, inclusive por la confesión de los hermanos Andino, que entre fines de febrero de 2016 y el 13 de septiembre de ese año la banda cometió distintos robos en locales de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, a los que logró ingresar por boquetes o violando los sistemas de seguridad, mediante el empleo de herramientas como serruchos, martillos, alicates, pinzas, trinchetas y sopletes.
El primero de los hechos llevados a juicio fue cometido en un local de Western Union del barrio porteño de Liniers, de donde la banda robó algo más de 1.700.000 pesos, mientras que una suma similar se le atribuye haber robado en agosto de 2016 de una empresa con sede en Nueva Pompeya.
En ese mismo barrio la banda planeaba cometer un robo similar cuando fue descubierta por los detectives del Departamento Unidad Federal de Investigaciones Especiales (DUFIE) de la Policía de la Ciudad.
Antes los delincuentes habían asaltado un comercio situado en Olazábal al 1.300, del barrio porteño de Belgrano, al que uno de los delincuentes ingresó vestido con el uniforme de los empleados de seguridad contratados por el lugar.
Durante el juicio también se acreditó que mientras algunos miembros de la banda forzaban los accesos a los inmuebles, otros, como Gamarra, que estaba a cargo de la seguridad en esa zona, les brindaba una protección perimetral desde un móvil oficial y, a los alertas de vecinos que detectaban movimientos extraños, él informaba que “todo estaba en orden”.
El TOC 13 concluyó que “todos los delitos” fueron contra la propiedad y “a través de una misma modalidad (roturas de techos y persianas), zonas de actuación, medios utilizados, formas de acción conjunta” para apoderarse, “previo acuerdo de voluntades y distribución del roles, de dinero y objetos de valor que se hallaban en cajas de seguridad o depósitos”.
