La oferta llegó por escrito y sin los puntos que al jugador le causaban “gracia”. Román terminó por aceptar la propuesta
informe: luciano bottesi
Qué sí, que no; que más o menos; que “me dio risa”; que “no quiero La Bombonera”; que “amo esta camiseta”; que “yo ya jugué gratis un año”; que “no se trata de plata”; que el contrato no llegue por mail, sino por fax y... ufff, al final Juan Román Riquelme anunció que le va a poner la firma a su contrato de varios millones de dólares por cuatro años. Cuando se recupere de la lesión que lo dejará al margen de las primeras cinco fechas, Claudio Borghi podrá contar con él. El jugador logró que desaparezcan algunas cláusulas que lo crispaban y los dirigentes terminaron cediendo, además de esos puntos, el interés por hacer un contrato por un año menos. Ayer, distendido, Riquelme habló desde un sillón y en directo para TYC Sports. El contrato, acordado en dólares pero pagado en pesos, era una de las trabas, porque el jugador no quería que quedara atado a la cotización actual, o la del día que se firme el contrato, y los dirigentes terminaron llevándolo a un tope de casi cinco pesos por cada verde. Además, los dirigentes perdieron la pulseada respecto a una cláusula de pago respecto a exigencias por productividad, es decir un porcentaje mínimo de partido jugados para percibir el dinero acordado. Respecto a la indumentaria, a Riquelme lo viste Adidas y a Boca Nike, la dirigencia dejó de considerar ese aspecto como un problema y además el contrato que firmará no involucrará ni una porción del pase.
“Esfuerzo grande”
“El presidente de Boca (Jorge Ameal) hizo un esfuerzo grande y mis representantes igual, por lo que mi obligación de ahora en más es responder lo mejor posible dentro de la cancha. La duración del vínculo y el tema económico ya están solucionados. Sólo resta firmar y estoy feliz de sentirme dentro de mi club, de entrenarme en Casa Amarilla y estar muy cerca de los hinchas”, indicó Riquelme en TV. El propio jugador admitió que las charlas para renovar su contrato “se alargaron más de la cuenta” pero resaltó que primó su deseo de quedarse en el club. Riquelme firmará su contrato después de las incorporaciones y salió a escena después de la estampa de Martín Palermo. En el medio, habló de su situación, casi despojado del jugador. “Hablo a veces como hincha y eso es un defecto porque no controlo las palabras. Pero como dijeron por una radio que mi situación estaba arreglada en un 99 por ciento y salí a aclararle al simpatizante de Boca que no era así”, reafirmó. Consultado acerca de las declaraciones de Borghi, quien expresó que se imaginaba a su equipo sin él, el mediocampista tomó distancia. “Con Borghi no hablé pero compartí con él dos o tres asados. Ojalá le vaya muy bien. No somos amigos pero lo importante es que al equipo le vaya bien”, agregó. Por último, Riquelme optó por no hablar de la posibilidad de retornar a la selección tras la salida de Diego Maradona. “No es momento de opinar. Tengo la cabeza en reponerme de la lesión y en ser útil a Boca”, culminó. Entre pasado y mañana Riquelme podría ser presentado por Jorge Amor Ameal y el lunes ya estaría entrenado en Casa Amarilla.

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