Es la capitana de Las Leonas. Además, claro, de una mujer particularmente bella. Sin embargo, hay mucho detrás del juego y la belleza.
Por eso, hace días, no sorprendió su descargo tras la eliminación argentina en el Mundial. Las Leonas, desde que saltaron a la fama mundial hace 18 años, se han acostumbrado a ganar. De hecho, en los últimos 24 torneos, sólo en dos no llegaron a semifinales y en Londres, justamente, sucedió eso. Delfina, como líder, eligió dar un mensaje maduro y elevado, incluso tomando palabras de Marcelo Bielsa, para explicar lo que sentía tras la caída en cuartos.
“Me pareció interesante el mensaje que compartimos entre todas y decidí transmitirlo así. Personalmente creo que nos fuimos demasiado temprano, que estábamos para mucho más, pero a la vez siento que somos un equipo joven que debe tomar esta experiencia y usarla para crecer. No nos debe cambiar esta derrota. Sobre todo porque detrás de Las Leonas hay personas con valores y mucho amor y pasión por lo que hacemos”, aseguró. Lo dijo en medio de un viaje a Santiago del Estero.
Su idea es clara. "Sin amor y pasión, es imposible. Nosotros llevamos una vida de profesionales en un deporte amateur". Por eso, agregó: " Hacemos malabares para seguir con nuestras carreras y estudios, nunca dejamos de lado nuestros clubes y muchas veces perdemos momentos de vida social en pos de priorizar el descanso y la camiseta. Me gusta poder expresarlo y que no sólo sea siempre en base de resultados. Somos las primeras en querer ganar todo y revalidar la historia, pero a veces no se puede. Y creo que el camino que se transita es tan importante como el resultado en sí”.
Por caso, hace años que Merino estudia una carrera universitaria (Abogacía) a la par de jugar al hockey. “No es nada fácil hacer ambas cosas pero por suerte me queda poco para recibirme. He tenido que llevar libros a las giras para poder estudiar y he cursado materiales entre los turnos de entrenamientos o, cansada, luego de algunos. Pero vale la pena".
Pero a Delfina le faltaba algo. “Hace rato venía pensando cómo poder ayudar a la gente y no se me ocurría cómo hasta que me crucé con la Huella Weber”, explica. La Leona habla del programa social de Weber Saint Gobain, que tiene a varios de los mejores deportistas olímpicos con el fin de dejar una huella en la sociedad.
“Era justo lo que necesitaba, que me ayuden a ayudar”, dice. Los deportistas eligen un lugar a refaccionar y la empresa lo hace. En este caso, Delfina eligió el Hogar Las Trincheras, en Icaño, Santiago del Estero. “Es muy loco cómo se dio todo. Un día me junto a comer como mi papá y le cuento la idea. Justo él venía de cortarse el pelo y el peluquero le había contado que estaba juntando ropa para ayudar a un merendero muy carenciado de Santiago. ‘Tu lugar a ayudar tiene que ser ése’, me dijo papá y yo me emocioné mucho, porque el destino me lo había puesto ahí… Hoy el lugar tiene apenas una tabla de madera bajo un árbol donde algunos días dan almuerzos y meriendas para 130 personas. Mucha gente depende del comedor aunque sea para alimentarse un par de días a la semana”, cuenta.
Ahí se construirá un hogar desde cero que incluirá educación agrícola, médica, sanitaria y de oficios. “Tengo una satisfacción y orgullo extremo por poder hacerlo”, cierra ella desde Santiago, donde viajo para dar el puntapié al proyecto. Una Leona muy especial.
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