El ex Susano que se transformó en un actor serio

on esa boca parecés Sandro”, le dijo Susana Giménez cuando lo presentó como uno de sus Susanos. Los años pasaron y hoy Alejandro Cupitó -alejado del programa de la diva de los teléfonos- emprende un nuevo desafío: dejar atrás la imagen de modelo para demostrar que quiere y sabe actuar. Mientras se presenta todos los sábados junto a Daniela Lopilato -hermana de Luisana y Darío- en El Vitral con La Cruz de Tiza, obra de Bertold Brecht dirigida por Alicia Zanca, prepara para setiembre La Malasangre, de Griselda Gambaro, una de las más prestigiosas dramaturgas argentinas. Allí repetirá como compañera de elenco a Daniela y como directora a Zanca, a quien considera una “verdadera artista”. A los 33 años cree estar en el mejor momento para consolidar su carrera como actor: “Acabo de terminar las grabaciones de Botineras y estoy a full con el teatro. Me quiero despegar del Susano que todos conocen porque hace años que estudio actuación con gente como Raúl Serrano y Esteban Mellino y sé que esto es lo que realmente me gusta”, asegura. Un sketch con Su Luego de ser Susano durante dos años, considera esta etapa como cerrada en su vida, aunque en poco tiempo va a volver a estar al lado de Su, pero esta vez protagonizando uno de los sketchs de los domingos. Antes de ser modelo estudió Comunicación Social y cursó hasta tercer año de Ingeniería Electrónica. Fue haciendo un análisis matemático que dijo “basta” y se dio cuenta que lo suyo estaba en otro lado. Tenía por entonces poco más de veinte años y probó suerte como modelo, ganando el concurso El Chico 10 que Susana hizo en 2002. También participó del reality Confianza Ciega y fue uno de los protagonistas de Sexo Seguro, miniserie erótica dirigida por el uruguayo Adrián Caetano, que se presentó por la señal Playboy. Alejandro recuerda que “estudiando Ingeniería se me cruzaron los cables y me pregunté qué hacía yo ante esa hoja inmensa de un análisis matemático. Fue por entonces que conocí a Ricardo Piñeyro, que me ofreció ser modelo y acepté”. En televisión también participó de Café Fashion con Beatriz Salomón y Esteban Mellino, quien fue determinante en su vida al decirle que tenía que estudiar teatro sin perder más tiempo. “Mellino fue durante tres años un gran maestro para mí”, asegura. En la actualidad, se convirtió no sólo en una de las caras nuevas de la televisión sino en una promesa dentro de las jóvenes generaciones. Cuenta que “en tele hay muchas cosas dando vueltas, pero todavía nada en concreto”. Asimismo dice que lo que más anhela en la vida es llegar a la pantalla grande.