Tras las declaraciones de Calu, Juan Darthés contrató a Ana Rosenfeld y promete acciones judiciales que limpien su nombre y honor. Por el lado de Paluch, podría quedarse sin un ciclo de TV basado en su libro y sin radio.

Dos figuras aplicarán estrategias diferentes ante sendas denuncias de violencia de género en su contra. Ayer el galán Juan Darthés estalló y prometió llevar a la justicia a sus denunciantes en los medios. Por su parte el periodista Ari Paluch, quien por este tema fue separado del staff de canal de noticias A24, apuesta a que el tema se enfríe en los medios y rearmar su carrera desde un perfil muy bajo frente a serias dudas de su continuidad para 2018 en la radio FM Latina, que posiblemente no le renueve contrato ante la caída de anunciantes por la imagen dañada del periodista.

Hasta donde se sabe, todas las denuncias se hicieron en el orden mediático y no en el ámbito judicial. Pasaron más de cinco años y la actriz Calu Rivero volvió a hablar de cuando trabajó con el galán en el culebrón Dulce Amor (Telefé, 2012). Para colmo se sumó otro testimonio que se conoció días atrás de la actriz cordobesa Natalia Junco, a quien Darthés no recuerda pese a haber trabajado juntos.

Darthés está en el ojo de la tormenta con las denuncia de violencia de género. El caso de Calu Rivero fue un escándalo y luego se diluyó. La reacción del galán de llevar a la justicia a la joven ya no tiene vuelta atrás. Días atrás se refirió al hecho: “Nunca tomé un café con Calu Rivero (fuera del set de grabación) y ahora voy por la justicia”, prometió.

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Todo comenzó cuando Rivero ratificó la situación de presunto acoso que debió pasar en la tira Dulce Amor en medio de las denuncias de género que aparecen día a día: “En su momento se habló y ella dijo en un tuit que nunca hubo acoso sexual, pero ahora vamos a la justicia con la abogada Ana Rosenfeld. Yo estoy tranquilo. Hay testimonios desde el director hasta del productor. Todo el mundo sabe quién soy durante las grabaciones”.

Sobre Rivero, Darthés señaló en Intrusos: “No tengo su teléfono ni dirección, nunca he tomado un café con ella ni siquiera en su camarín... No me puedo hacer cargo de lo que pasa por la cabeza del otro”.

Sobre la actriz Natalia Junco, también del elenco de Dulce Amor, que sorprendentemente dio a conocer un testimonio parecido al de Rivero, dijo Juan: “No tengo idea si trabajé con esta persona. También iré por la justicia”.

Distinto es el caso de Ari. Dos meses atrás, Paluch estaba en el tapete por “acoso sexual” denunciado por una microfonista de A24 y luego aparecieron un sinfín de testimonios. Hoy el presente laboral del periodista es dramático. Lo echaron de A24, se le canceló un programa semanal de su libro El Combustible Espiritual (tenía grabados cuatro capítulos, según Exitoína) y no se sabe si continúa en la radio en 2018.

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