El velatorio del ex cantante de Chébere se extenderá hasta hoy al mediodía. Su hijo dijo el viernes: "Es el artista más grande que dio la música de Córdoba". La Mona Jiménez también lo evocó, dolido.

Sebastián fue sin dudas uno de los máximos exponentes del cuarteto cordobés. Creador de un estilo único, fue pionero en su música, el primer cantante de un grupo emblemático como Chébere y desde la década del 80 se hizo camino como solista dejando infinidades de hits en sus más de 30 discos grabados.

Por eso ayer el mundo del cuarteto dijo presente en la despedida y no sólo pasaron por el club Las Palmas, un lugar emblemático para la carrera del popular cantante y donde lo velaron, sino que desde las redes sociales dejaron sus mensajes. El velatorio del Monstruo, tal como se lo conocía, se extenderá hasta hoy al mediodía ya que esperan la llegada de un hermano del cantante que viaja desde Río de Janeiro, su hija que vive en Chile y un ahijado que reside en España. Una de las escenas más conmovedoras se vivió cuando su hijo, Germain Reyna, habló ante los medios y se quebró al recordar a su padre.

“Es el artista más grande que dio la música de Córdoba. Siempre me sentí muy orgulloso de él, es el más grande y hay que despedirlo con alegría, como él quería. No quería sufrir más, se fue en paz, le pude decir todo lo que significó para mí”, dijo entre lágrimas.

Pasado el mediodía llegó al club “El Pato Lugones”, su histórico compañero y fundador de Chébere, quien contó una anécdota que pintó de cuerpo entero lo que era Sebastián quien dejó el grupo sin avisar y destacó que “Sebastián fue el primero en exportar al país el ritmo del tunga tunga”.

La Mona Jiménez es hoy el máximo ídolo cordobés cuartetero y fue compañero de aventuras de Sebastián y ayer lo despidió. “Hoy es un día muy triste, se fue de gira una de las voces más grandes del cuarteto. Un amigo, un cuartetero de raza que luchó por el cuarteto, que hoy se encuentra con todos los grandes que ya están allá arriba. Algún día nos volveremos a encontrar todos juntos para cantar al ritmo del tunga tunga. Mi más sentido pésame a su familia y a todos sus amigos”. Sebastián siempre defendió a la Mona y remarcó en más de una oportunidad que él y Jiménez eran los máximos exponentes del cuarteto.

“Tendrán que pasar 40 años para que vuelvan a salir dos genios como yo y la Mona”, decía en uno de sus últimos reportajes. Las nuevas generaciones también tomaron en Sebastián como un referente y así lo hicieron saber ayer. Sabroso, La Barra, Ulises Bueno, Coli Ramírez, quien era amiga de Sebastián, Lisandro Márquez, Jean Carlos fueron algunos de los tantos que despidieron a Sebastián quien ayer se fue físicamente de este mundo pero que dejó en su legado, la música del cuarteto, un largo camino de éxitos y hits que nunca podrán ser olvidados.

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