Confiesa que permanentemente se sigue adaptando al ritmo que impone Bailando por un Sueño 2016 y que es mucho más sencillo protagonizar una telenovela que ajustar el paso en la convulsionada pista del reality que propone Marcelo Tinelli.
Sin dudas, el aprendizaje de Osvaldo Laport como integrante del certamen de ShowMatch, en proceso absolutamente novedoso para él, lo confronta con todo lo anterior.
" Es todo muy vertiginoso. Estoy tratando de adaptarme al ritmo del Bailando que es sorpresivo todo el tiempo", revela con una ancha sonrisa, dispuesto a sumarse al juego lleno de ganas, pero sin poder evitar los enojos como en la última gala en que se meneó al compás del reggaetón.
"Me tengo que acostumbrar a la sorpresa constante que es el cambio. Un día te dicen que bailás y no lo hacés, después te pasan para otro día y finalmente bailás mañana", cuenta con su característica simpatía este primer actor.
"Sabía que me iba meter en ese ritmo vertiginoso y estoy adaptándome", señala nuevamente. "No me cuesta adaptarme a lo mediático porque obviamente sabía cómo era. Está en uno también encontrar el límite de la cosa. Al mismo tiempo saben que conmigo no van a encontrar mucho aunque pinchen. Con uno es difícil. Está en uno tener la cintura para hacer devoluciones y encontrar el equilibrio, como siempre digo", sostiene Laport envuelto en una vorágine que a mitad de año todavía le resulta complicado de asimilar.
"Es más agotador esto que la telenovela", expresa el hombre que domina el rubro como pocos desde sus tantos protagónicos en culebrones tales como Cosecharás tu siembra, Más allá del horizonte, El día que me quieras, El último verano, 90 60 90 Modelos, Campeones de la vida, Amor en custodia y Sos mi hombre, entre tantos.
"Esto es más complejo que la novela porque el Bailando está relacionado con esta desprolijidad y lo digo en el buen sentido de la palabra, en que uno tiene que estar atento, pendiente a esta cosa de los programas en vivo que no tiene una novela. En la novela tenés un horario, vas, grabás y te volvés. Punto, terminás. Esto es un combo", resalta. "El vivo no es lo mío. Excepto que tengas obviamente la posibilidad de actuar en un escenario con un guión. Entonces si bien eso también es en vivo y el público es diferente en cada función, tenés un texto y un personaje que te defiende. Acá no", recalca este intérprete.
"Estoy aprendiendo mucho. Me siento un privilegiado. Claro que si me ofrecen un buen libro con mucho gusto volveré a la telenovela el año que viene. Pero por ahora aprendo en este tsunami", sonríe con su característica amabilidad. Con 60 años recién cumplidos, Osvaldo Laport asume una exigencia física digna de admiración. Acostumbrado al deporte y al ejercicio diario, la demanda que presenta participar en Bailando por un Sueño, no deja de ser importante. Por más que él mismo minimice el desgaste.
"La exigencia es buena porque el físico responde", se ríe fuerte. "Yo tengo mi entrenamiento además. Sigo haciendo mis ejercicios más allá de bailar", asegura con gracia este artista que, a su vez, continúa representando la obra Enredados en gira por todo el país. "Me arreglo como puedo. Estoy muy poco con Bailando porque como estoy de gira nos vamos los jueves a la noche y vuelvo el lunes. Tengo dos o tres días para ensayar", admite quien recorre los escenarios con la comedia que fue furor en el verano de Villa Carlos Paz junto a Florencia de la V e Iliana Calabró, entre otros. Formar parte de un reality de baile como ShowMatch lógicamente implica participar por un lugar en la gran final o quedar en el camino. Aunque más de un integrante no fantasee ni se obsesione con esa posibilidad. El de Osvaldo parece ser el caso.
"Confieso que los otros días me descubrí diciéndole a Nazarena y a Macarena que son mi coach y la bailarina: "Yo no me doy cuenta que estoy compitiendo", cuenta textual lo dicho a su coach Nazarena Amaya y a su partenaire Macarena Rinaldi. "Mi objetivo es dar lo mejor de mí en una de las expresiones del arte que no había transitado que es el baile. Dar lo mejor de mí. Y obviamente la causa que tenemos que el sueño que representamos pueda lograr lo que necesita. Ese es el objetivo que buscamos", deja en claro el además Embajador del ACNUR (Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados).
-¿Qué sucede cuando te ves bailar luego? ¿Sos muy autocrítico?Desde la noche en que Osvaldo Laport hizo su debut en la pista de Bailando por un sueño 2016, debió enfrentarse a la boca sin filtro de una Soledad Silveyra que parece pegada a la pasión que mutuamente se despertaban en telenovelas como Amor en custodia y Campeones de la vida que protagonizaron juntos. Tanto las provocativas frases y halagos de Solita al verlo bailar ("Eras una cosita deliciosa, mi amor, divino, estoy muy contenta", "Me enamoré como la primera vez, como el primer encuentro. No lo puedo creer", "a nosotros nos hace falta hacer el amor solo arriba de un árbol"), hasta animarse a recrear uno de sus tan famosos besos de telenovela, la jurado actriz dio que hablar. Ya resulta cotidiano que Silveyra intente recordar las viejas escenas de amor que compartieron años atrás. El problema es que la mayoría de las veces lo hace, en frente, a nada menos que su mujer Viviana Sáenz.
"Lo de Solita es un chiste. Nada de celos con mi familia. Nos divertimos mucho, Ella es como parte de mi familia", agrega este galán de origen uruguayo que, en tren de acting, emocionó en la salsa de tres cuando invitó a su colega Carlos Belloso para acompañarlo en su coreografía.
Lookeados como Guido Guevara y Vasquito rememorando la histórica novela de Pol-ka Campeones de la vida, desatando las lágrimas de la actriz. "Estuvimos muy conmovidos todos. Fue hermoso recrear una tira que tantas satisfacciones nos otorgó con el amigo Belloso y con Soledad", remite Laport por último.