La ex novia de Federico Hoppe e integrante de Casafantasma habla de sus comienzos duros. Elegida por futvolistas que la buscan con insistencia, advierte: "Después de Fede decidí enfocarme en lo mio"

De notable simpatía y sensual belleza, Laurita Fernández (24) consiguió su lugar en el medio. Integrante del elenco de Casafantasma, comedia que batió récords en Carlos Paz, la ex bailarina de ShowMatch hace un recorrido por el camino que la acercó al reconocimiento popular y cómo eso cambió su relación con los hombres.

"De las fotos que tengo de cuando era una niña, veo que jugaba con los pijamas, los enroscaba, me disfrazaba. En todas las imágenes estoy haciéndome la loca, con lentes amarillos... Sin embargo, mi familia es tradicional. No hay nadie que se dedique al baile, a la música, o la actuación, nada que ver con el ambiente artístico. Pero desde que era muy pequeñita que me gusta todo esto. Siempre era la primera que me ponía al frente en los actos de colegio", cuenta casi sin tomar aire.

Y continúa: "A los quince, mi mamá vio un aviso en el diario de una convocatoria que hacía Pepito Cibrián, y me dijo que me mande. Me metí, a las pocas clases me vio Pepe haciendo unos ejercicios de teatro y baile, me llamó a un costado y me ofreció ser reemplazo en una comedia musical, El fantasma de Canterville".

Laurita recuerda que, más allá dela fascinación, el desafío era más duro de lo imaginado. "Requería ensayar de las diez de la mañana a las diez de la noche. Era tremendo el ritmo mientras, supuestamente, tenía que ir al colegio. Mis padres me permitieron hacerlo con la condición de que rindiese libre todas las materias. Como solo era reemplazo, me encargaba de mover la escenografía cuando las luces se oscurecían", rememora la rubia debilidad

- Empezaste bien de abajo, entonces...
- Me acuerdo que mis papás se fumaban todas las funciones para sacarme fotos cuando salía a acomodar la escenografía. Hasta que un día me tocó reemplazar a alguien pero solo fue por dos minutos, en dos escenas. Recién en la segunda obra en la que participé lo hice como elenco estable. Por suerte, en el medio de todo eso igual me pude ir de viaje de egresados con mis amigas. Cuando iba a rendir había profesores re cholulos, que les gustaba lo que estaba haciendo. Como había sido muy buena alumna, me tenían una consideración especial. Pero había otros que eran bravos.

-¿Cómo eran los exámenes?

- Rendíamos todos los burros y yo. Le terminaba pidiendo a los burros que me soplen infos porque había materias donde se me complicaba. Pero no me importaba porque lo que estaba aprendiendo con Pepe fue experiencia de vida. Cuando cumplí los dieciocho, ya no tuve más ganas de girar por el país, quería quedarme en Capital Federal para estudiar. Pero entré al Bailando por un sueño y hacía show los fines de semana, así que no tenía un solo día para descansar. Igual, yo estaba feliz porque hacía lo que me gustaba. Siempre tuve el apoyo de mis padres, aunque estaban separados.

-¿Fueron incondicionales?

- Nosotros vivíamos en Liniers y eran dos horas de viaje en colectivo a Ideas del Sur. De día iba sola en hora pico pero a la noche me iban a buscar por si era peligroso. Sí, fueron incondicionales conmigo.

-¿Muchos famosos te intentaron conquistar?

- ¡Si, si! Te escriben todo el tiempo. Al principio, me contactaban muchos futbolistas. Para presentarse me decían que jugaban en determinado equipo, y ni me gasté en leerlos. Y cuando empecé a ir a eventos, a ser un poquito conocida, me cruzaba a un chico en el lugar, saludaba y, a la noche, me llegaba su mensaje. Hay alguno que otro denso pero en general son ubicados. Después de salir con Federico (Hoppe) no quería entablar un vínculo con nadie que estuviese dentro de su círculo. Sentía que iba a parecer una loquita aunque gente de su entorno super cercano se la pasaban tratando de contactarme. Ahora estoy solita, enfocada en el trabajo, y nada más que eso.


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