La actriz y el cantante canadiense pasarán por el altar alrededor de las 7 de la tarde para luego disfrutar de un gran encuentro entre familiares y amigos, del que se planificó hasta el último detalle.
Actuará Montaner.
Esta noche se convertirá en la más mágica de todas para Luisana Lopilato, cuando alrededor de las siete de la tarde camine del brazo de su padre rumbo al altar para intercambiar alianzas con Michael Bublé.
Todo está preparado, hasta el más mínimo detalle, para que sea tal cual lo soñó: propio de un cuento de princesas en el que ella será la máxima protagonista. Es que ni el idioma ni las distancias fueron escollos suficientes para que la historia de amor entre la joven actriz argentina y el cantante canadiense pudiera concretarse.
El escenario será la Estancia Villa María de la localidad bonaerense de Máximo Paz, predio que cuenta con 240 hectáreas de frondosas arboledas y un casco histórico en el que se alojarán los novios y sus familiares más directos.
La organización del evento estuvo a cargo de la wedding planner Bárbara Diez, la esposa del jefe de Gabinete porteño, Horacio Rodríguez Larreta, aunque todos los detalles fueron supervisados por Luisana en persona.
Se espera que la ceremonia religiosa -que oficiará un pastor evangélico en inglés y español- se lleve a cabo en los jardines de la estancia. La ambientación general estuvo a cargo de Martín Roig, quien se encargó de diseñar la gran carpa en la que los trescientos invitados -cuarenta de los cuales llegaron especialmente de Canadá- brindarán con los novios y degustarán un exquisito catering servido por la empresa EAT, la misma que se encargó de la boda de Mauricio Macri y Juliana Awada.
Además, disfrutarán del show de Ricardo Montaner, cuya presencia fue solicitada de manera expresa por la novia, que es fanática suya y, por supuesto, de las canciones de Bublé que, seguramente, dedicará un tema especial a su ya esposa.
El piso de la carpa es negro y fueron colocadas diez arañas de cristal. Además, alrededor de la misma se ubicarán baños químicos de nivel cinco estrellas, donde se expondrán carísimas fragancias importadas para que utilicen los invitados.
Digna de la realeza
A pesar de que no se casa con un príncipe sino con un cantante internacional -que para muchos puede llegar a ser el sucesor de Frank Sinatra- no sólo la boda será digna de la realeza sino también el vestido que lucirá la novia.
Este es, justamente, el secreto mejor guardado de todos, aunque se sabe que utilizará un diseño clásico de Sylvie Burstin, mientras Bebe Sanders, su estilista personal, será la encargada de realizar el peinado recogido, sin tiara, pero sí con brillantes esparcidos por su cabello.
Bublé, por su parte, llevará un smoking con la marca de Gucci, en tanto que las mujeres de la familia de Luisana vestirán con la firma de Jorge Ibáñez y los varones -también de los Bublé- de Daniel Casalnovo.
A la hora de intercambiar las alianzas que el canadiense llevará en su bolsillo, lo harán con unas adquiridas por el cantante nada menos que en Tiffany, la joyería más exclusiva de Nueva York.
Bernie Catoira, asesor de imagen de Luisana, aseguró que la joven lucirá como una verdadera princesa. El fue también el encargado de preparar dos valijas para la luna de miel: una con ropa de invierno y otra de verano. Es que el viaje es un regalo sorpresa que el novio le tiene reservado, aunque se especula que uno de los destinos elegidos podría ser Africa.
Sin embargo, dicen que la luna de miel no daría comienzo por estos días, por lo que la pareja podría partir el domingo al departamento que los Lopilato tienen en la costa bonaerense, más concretamente en la localidad de Las Toninas, que lejos está de tener el glamour del resto de la boda pero donde, al menos, podrán disfrutar de unos días de amor e intimidad. Cuentan que para su ajuar, la novia privilegió el blanco y las puntillas y que será también propio de una princesa.
comentar