La Reina del Pop está influenciada por la cábala, el arte del misticismo judio.
La reina del pop, Madonna, se prepara con la Cábala, el arte del misticismo judío, para su concierto de hoy en Tel Aviv con el que abrirá su gira mundial MDNA Tour, que recorrerá 32 países.
No quedan ya entradas para el concierto, que comenzará a las 21, hora local, en el estadio de Ramat Gan, en el Norte de Tel Aviv, con capacidad para 35.000 personas. En los últimos días, Madonna visitó el centro de la Cábala en Tel Aviv y mantuvo sesiones privadas de estudio de esta práctica ncestral que abrazó hace una década al acercarse al judaísmo y adoptar el nombre hebreo de Esther. No se desplazó, como en anteriores ocasiones, a la ciudad de Safed, la capital de la Cábala, porque algunos rabinos lo consideraron inapropiado, según medios locales. Medios locales israelíes señalan que la cantante pudo haber invitado al lanzamiento de su gira a estrellas de Hollywood como Natalie Portman, Sacha Baron Cohen o George Clooney.
En un primer momento se habían planeado dos actuaciones en la ciudad (una para el día 29 y otra para el 31), pero finalmente se quedó solo en una, por la que los seguidores de Madonna han pagado entre 50 y 100 euros (62 y 125 dólares) o 300 y 500 euros (373 y 621 dólares) por las entradas VIP. “Empezad a ahorrar ahora. La gente se gasta 300 dólares en un bolso todo el tiempo. Trabajad todo el año, ahorrad y venid a mi concierto”, respondió Madonna a las críticas sobre los precios de las entradas en una entrevista el pasado febrero a la revista Newsweek. El ambiente se ha caldeado por la aparente pulla que Madonna lanzó a Lady Gaga en el ensayo al versionar una de sus canciones, pero incluyendo la frase “Ella no es yo”. El costo de organización del espectáculo alcanza los 15 millones de shekels (3,1 millones de euros o 3,86 millones de dólares), lo que no sorprende cuando e utilizará un gigantesco escenario convertible preparado especialmente en Bélgica.