l ¿Cómo definiría al miedo?
-Como algo espantoso. Es una parálisis. Es una horrible sensación.
l Cuando se enfrenta a una situación que le produce temor, ¿se paraliza?
-En primera instancia, sí pero termino accionando. Recuerdo que en una ocasión, iba caminando por la calle y me arrancaron una cadenita del cuello, mi reacción inmediata fue salir corriendo tras la persona que me robó. En esa oportunidad, advertí que me estaban por robar y me quedé inmóvil. Una vez que se produjo el hecho, salí corriendo como una enloquecida, pero no sé si está bien reaccionar de ese modo.
l Es decir que ante el temor tiene dos instancias.
-Exacto. Primero, me quedo como petrificada y luego reacciono y acciono.
l En alguna ocasión, ¿dejó de hacer algo por sentir miedo?
-Seguramente, porque aparte soy cagona.l ¿Recuerda un hecho puntual?
-Sí, por temor, he llegado a tomar un taxi por dos cuadras, en una zona que me daba miedo. He hecho muchas pavadas como esa.
l ¿Por ejemplo?-Como ir a cenar a lo de alguna amiga que vivía a una cuadra y media y tener miedo de ir caminar sola a esa hora.
l Hoy como adulta, ¿qué miedos la rodean?
l Cuando ve fuego, ¿qué siente?
-Me da pánico. De hecho, sólo pensar en un incendio me da terror. Es más, no salvaría nada de un incendio, porque me muero del miedo.
l ¿De dónde viene ese miedo?
-No lo sé.l ¿Protagonizó un hecho relacionado con el fuego que la haya traumado?
-Jamás, pero siempre le tuve mucho miedo al fuego. Ahora, un poco menos. De chica, escuchaba la sirena de los bomberos y me asustaba. Olía el fuego antes que nadie. Recuerdo que se lo decía a mi mamá y ella me respondía: "Manuela no hay olor a quemado" y yo le contestaba: "Mamá, lo siento" y, de repente, nos enterábamos que había un incendio a veinte cuadras.
l ¿Alguna vez se quemó con algo?
-Nunca. Es más, no recuerdo haber visto ninguna película de incendio que me haya traumado.
l ¿No tuvo un ser querido que se accidentó con fuego?
-No. Este es un temor que siento desde muy chica y jamás descubrí cuál es el origen.
l ¿Qué representa el fuego para usted?
-No lo sé. Siempre me llamó la atención a mi y a mis familiares que le tenga tanto temor al fuego.
l De chica, además del fuego, ¿a qué le temía?
-A los policías, porque creía que estaban escuchando todo lo que decía. Tampoco sé de dónde viene. Pensá que tengo 30 años y nací en democracia. No tenía demasiada información sobre el tema cuando era chica.
l Con el tiempo, ¿lo disipó?
-Por supuesto.l Hoy, cuando ve a un policía cerca, ¿se siente más segura o más insegura?
-Me siento más segura.l Al miedo, ¿hay que combatirlo o conviene tener buen vínculo con él?
-Creo que hay que aprender a convivir con el miedo, pero también hay que intentar superarlo porque paralizarse ante cualquier situación, también es peligroso.
l Dentro de su profesión, varios de sus colegas han sufrido pánico escénico, ¿usted lo padeció?
-Gracias a Dios, nunca me pasó. Lo que sí experimentó son muchos nervios el día del estreno, antes de salir a escena, pero eso es algo que nos sucede a todos.
l En la previa, ¿qué le pasa?
-Bueno, con el correr de los días, me pasan diferentes cosas. Las primeras funciones son de mucha entrega. Es una sensación de nervios hermosa que no deja de permanecer en nosotros.
l Esto de que cuando se descorre el telón y se sale a escena esos malestares desaparecen, ¿es cierto?
-Totalmente. Me pasó de ir a hacer una función con fiebre, y si bien no soy partidaria de la idea de que el show debe continuar. Durante la función no me sentí mal, de verdad.