La realidad es tan insoportable -especialmente en tiempos electorales- que sin la ayuda de humoristas la radio sería un compendio de pálidas. Pero en el programa líder de la FM, Mañanas Campestres, conducido por Santiago Del Moro, Nacho Bulián (por el cual está nominado a los premios Eter en Labor Humorística) se encarga de ponerle voz y alma a un compendio de personajes que se han metido en el corazón de la gente.
Especialmente "Trapo", que hasta tiene segmento propio en el programa más escuchado de las mañanas radiales. TV Pop entrevistó al polifacético Nacho Bulián, que se multiplica en sus labores en su mejor año laboral: "Estoy trabajando en Pop con Santiago del Moro en Mañanas Campestres de 6 a 9 de la mañana, y en Tardes Campestres, de 18 a 19, y luego estoy en La Mesa Está Lista con Germán Paolosky todos los mediodías en El Trece, desde las 11.30 a las 13. A la tarde también estoy en radio 10 con Germán Paolosky y en C5N hago el noticiero El Diario con Pablo Duggan y Julia Mengolini, poniéndole las voces de los muñecos virtuales. Estoy fusilado, muerto pero en un año laboral muy bueno", dice.
"El programa con Del Moro lo disfruto a pleno, porque el grupo es brillante. Santiago es un tipo super generoso, con muy buena onda, y la gente nota que nosotros tenemos buena onda y lo transmitimos. La respuesta es grande en las redes sociales y en la calle, donde los oyentes nos dicen que le transmitimos una energía que los ayuda a vivir el día de otra manera. Incluso varios famosos futbolistas y músicos como Pablo Lescano se han copado con el programa y mis personajes. El programa va primero por una diferencia notable y estamos super contentos", reseña.
Puesto a contar la génesis de su personaje más famoso, Trapo, que bastonea el segmento Radio Trapo dentro de Mañanas Campestres, cuenta Bulián que "el personaje del trapo surgió una mañana donde estaba haciendo una suerte de vendedor ambulante, un tipo muy sufrido, con 12 hijos y uno que se le perdió, con la madre y el padre privados de su libertad. A la vez era un chanta total que te cobraba 300 pesos por estacionar. Le gustó a Santiago y fue tomando vida. Al principio no me gustaba hacerlo, pero con Santiago como guía le fuimos buscando la vuelta y ahora mucho del movimiento cumbiero y los futbolistas empezaron a comentarlo y fue tomando protagonismo y se ganó el espacio de Radiotrapo. Otro conductor no te da 15 minutos de su programa para que lo hagas, pero Del Moro es super copado. Trapo está acompañado por una locutora no vidente y tiene tandas en joda. Le dejan mensajes futbolistas y músicos. Pablito Lescano es fan del programa, iniciamos una suerte de pelea en joda y terminamos en una amistad, al punto en que ahora terminé grabando dos temas con él en su disco... en fin, pegó".
Pegó como pegan sus imitaciones notables en un rango amplísimo de personajes: "Mi repertorio es muy variado y por eso en Pop trato de no hacer lo mismo que en Radio 10. Hago a Scioli, Macri, Randazzo, Aníbal Fernández, Moyano, D'Elía... en TV le pongo el cuerpo a Guido Kaczka, hago a Marcelo Bonelli, de Maradona, de Tevez, de Messi, imito al relator militante Javier Vicente, a Elio Rossi, a Julio Ricardo y otros que ya ni me acuerdo!". Varios de esos homenajeados lo han reconocido por su talento: en buena parte de sus labores Bulián transita el camino acompañado de un amigo de la infancia, Francisco Muescamaña, más conocido como Pesky.
Nacho & Pesky crecieron como dupla humorística en radio Mitre. "Al entrar en Mitre le servía café a Magdalena Ruiz Guiñazú. Pasé a asistente de producción, a productor y después empecé a acompañar a Ariel Tarico tocando la guitarra mientras él cantaba en el programa de Dady Brieva. Gracias a Guido Valeri y Jorge Porta que me dieron la oportunidad empecé a estar en el aire. Hice el Club de la tarde con Ernesto Tenembaum. En los guiones me ayudaban Julio Leiva y Esteban Garano y me dieron caminos a seguir. Mitre fue una gran escuela".
Mientras sueña con seguir creciendo (hoy se encarga de la artística del programa de Pop) en el medio y que se le dé el sueño de hacer una obra de teatro con sus personajes, Bulián nos despide con la anécdota del estribo: "Una vez estaba al aire en Mitre Milagros Sala. Decía que su sueño era conocer a Charly. Y yo salí por teléfono imitando a Charly y Milagros empezó a llorar. No sé si le llegaron a avisar que era mentira... ella no paraba".