-Es algo que te paraliza, algo que no te deja pensar. Cuando siento temor, me asalta una especie de taquicardia. No sé para dónde agarrar. Me provoca temor que les pase algo a mis hijos. En el orden personal, sólo le tengo miedo a la muerte.
l De chica, ¿era miedosa?-Sí, pero con el tiempo, lo fui superando. Era tímida y miedosa.
l ¿A qué le temía?-A todo: a la oscuridad, a quedarme sola, a que mi mamá y mi papá no vinieran, a que me pase algo, a que me vaya mal en el colegio. Siempre fui muy miedosa, pero ahora soy muy de ir para adelante.
l Siendo tan miedosa, ¿cómo decidió casarse con Diego Latorre e irse a vivir al exterior?
-Porque me enamoré.-En verdad, mi marido no me dio ningún tipo de seguridad. Yo me enamoré, lo seguí por instinto y no me equivoqué. Lo seguí para construir, no para disfrutar el momento y ver qué pasaba. Yo nunca voy para atrás. Para mí todo tiene solución.
l ¿Menos la muerte?-Claro, por eso le tengo terror. Todo lo demás se puede arreglar. Cuando pasan cosas feas en la familia, mi mamá no pega un ojo en toda la noche, se preocupa, en cambio yo duermo. Ella no lo entiende y yo le digo: "Todo tiene solución y yo la voy a encontrar al otro día. Si algo no tiene solución no hay que hacerse problema". Yo pienso así, por eso duermo tranquila.
l Hoy, ¿cuáles son los temores que la habitan?-El de la inseguridad. Si mis hijos o mi mamá no me atienden el teléfono me agarra un ataque, me desespero porque pienso que les pasó algo. Es que hoy encendés la tele y lo único que ves son desgracias. Es muy difícil ver una información positiva. Básicamente, ésos son mis miedos. Por otro lado, debido a la edad que tiene mi mamá, me da temor no tenerla más. Perdí a mi papá hace unos años y vivir sin mi mamá para mí sería durísimo. No le tengo miedo al poder, a la fuerza, a que alguien me grite, a que me lleven por delante o a que me critiquen, porque soy peleadora, siempre voy para adelante.
l Si alguien le expresa que tiene miedo, ¿cómo actúa?-Soy sobreprotectora. Enseguida lo consuelo. En eso soy muy masculina. En mi casa soy la que apapacho, la que corre enseguida a ayudar y a buscar soluciones.
l ¿Qué sucede cuando usted tiene miedo?-En verdad, cuando entré al mundo del espectáculo, como yo hablo sin filtro, les tenía miedo a las consecuencias. Es evidente que debo resistir a los archivos porque digo lo que pienso y nunca nadie pudo decirme nada.
l ¿Está segura?-Bueno, sí. Dicen que soy un loro barranquero, que estoy vieja, que soy una loca. Beto Casella está obsesionado conmigo y me crítica, pero nunca dijo nada que ataque mi moral.
l ¿A qué se refiere?-¡Qué sé yo! Nunca dijo que me acosté con cinco chinos, que soy chorra o cosas por el estilo. Yo tenía miedo a que el conventillo mediático entrara a mi casa y tuviese un problema con mi marido o le complicara su laburo, pero eso no pasó y hoy, en verdad, estoy muy relajada.
l ¿Su marido se opuso a que incursionase en el mundo artístico?
-Jamás. Nunca dijo una palabra. El error de todas las botineras es querer laburar en los medios y ser famosas cuando los maridos están en actividad y eso no es positivo. El fútbol es un trabajo muy delicado, se gana mucha guita y los futbolistas necesitan mucha concentración. Cuando elegís seguir a un jugador y apuntalarlo, que es lo que hice yo con mi marido, no podés traerle complicaciones de ninguna naturaleza.
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