El DT desembarcó en plena crisis, se puso el overol y logró poner de pie a la Academia, que en el tramo final del campeonato tuvo una cosecha de puntos que, si se repite, le daría la chance de luchar por el título.
Luego de atravesar por una de sus peores crisis institucionales y futbolísticas, Racing terminó el torneo Inicial renovándole la ilusión a sus hinchas, de la mano de "San Mostaza", quien tomó al equipo en el "fondo del mar", con apenas 2 puntos en más de medio de certamen, y gracias a una cosecha de puntos que estuvo a la altura del San Lorenzo campeón de Pizzi, dejó atrás los fantasmas y hasta se anima a pensar en un equipo protagonista para el próximo torneo.  

Es que los números de la recuperación de Racing en el tramo final del último campeonato, agigantan la figura de Merlo, casi como para otra estatua. Es que su campaña, en las ocho fechas finales, arrojó una eficacia con la obtención de puntos del 58,33 por ciento, mientras que el campeón, el Ciclón, tuvo un rendimiento de 57,89 por ciento, en un certamen de muchos altibajos.

  Además, si se tomara en cuenta, casi como un mini torneo, sólo las últimas ocho fechas (ver tabla aparte), Racing hubiera estado entre los primeros, porque sólo Lanús y Vélez cosecharon más puntos que los dirigidos por Mostaza Merlo.  

Por eso, no llamó la atención que en la última jornada, tras la victoria en el Cilindro ante Godoy Cruz, el público de Racing se animó a cantar "que de la mano, de Paso a Paso, todos la vuelta vamos a dar", en un mensaje que deja en claro para el próximo semestre, ya no va a alcanzar con apuntar a "sumar puntos" o a conseguir "un colchón" para no tener problemas con la tabla de los promedios. Es que con Mostaza en el banco, el último técnico que sacó campeón a la Academia, los simpatizantes renuevan sus ambiciones para ver a un equipo protagonista.

  La tarea de resucitación de Merlo toma mayor trascendencia, aun, a partir de la herencia, porque en la primera parte del torneo, la crisis se devoró al manager (Roberto Ayala, ahora en el Valencia), hizo que desfilaran cuatro entrenadores (Luis Zubeldía, Fabio Radaelli, Carlos Ischia y Nacho González), y encima, el club se quedó sin sus dos máximas autoridades, porque debido a una feroz interna dirigencial, Cogorno y Molina se tuvieron que bajar del barco y el que tomó el timón, sorpresivamente, fue Víctor Blanco, quien en medio del incendio, fue a lo seguro y apostó por "la espalda" de Merlo para cargar la pesada mochila de un arranque negro.  

Fiel a su estilo, Merlo se puso el overol, marcó la cancha, con decisiones fuertes (sacó a varios pesos pesados y promocionó a juveniles que no le fallaron) y renovó sus credenciales de "técnico eficaz". Pero al mismo tiempo, dejó como asignatura pendiente, el tema del rendimiento del equipo, que sacó más puntos de lo que brilló, y eso le abre un signo de interrogación para el próximo campeonato, cuando exista "la obligación" de salir a buscar los partidos, y tal vez queden al desnudo las evidentes falencias que ni los números positivos pueden disimular. Por eso, Mostaza reclamó dos refuerzos "de jerarquía", para este mercado de pases, y todavía no hubo respuestas favorables en las negociaciones, a la espera de un volante y de un atacante central.

 
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SE RENUEVA LA APUESTA POR LOS PIBES DE LA CANTERA


En los últimos años, Racing se caracterizó por la proyección de juveniles de la cantera. Así, se pusieron la pilcha de figuras jugadores como Valentín Viola, los hermanos Franco y Bruno Zuculini, Luciano Vietto, Rodrigo De Paul, Luis Fariña y Ricardo Centurión, entre otros, pero en el año que está terminando, una nueva generación pugna por un lugar de privilegio en la primera de la Academia, y para fortalecer esa situación, la dirigencia decidió respaldar económicamente a quienes formarán parte de la columna vertebral del conjunto de Mostaza Merlo.

  De esta manera, la comisión directiva resolvió generar un "ajuste" en los contratos de José Luis Gómez (foto), Esteban Saveljich y Gastón Campi, quienes tenían el salario más bajo y ahora recibirán una mejora, porque se valora que son titulares en el equipo.  

Además, otros cuatro juveniles firmaron su primer vínculo con el club: se trata de Juan Ignacio Dinenno (hizo un gol ante Quilmes), Guillermo Hauche (no es familiar de Gabriel), Mariano Bareiro (volante central de la Selección Juvenil) y Yonathan Cabral, hermano de Gustavo, que ahora está en el Celta de Vigo, en España.

  "Acá hay que trabajar en un proyecto global para el fútbol del club" sentenció Víctor Blanco, quien destacó la apuesta que viene haciendo en los últimos cinco años en la cantera de la Academia. En ese sentido, Adrián Fernández, titular del área, describió que "es un orgullo personal que los chicos que uno vio crecer ahora forman parte del plantel o se estén consolidando como titulares en Racing".

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