El clásico del fútbol israelí entre Hapoel y Maccabi debió suspenderse cuando se desató una batalla campal luego de que un jugador se trenzara a golpes de puño con un hincha que había ingresado a la cancha.
La estrella del Maccabi y capitán, Eran Zahavi, fue increpado a los 34 minutos por un barra del equipo local y decidió defenderse con una patada en la cara. Por la reacción de Zahavi, jugadores de ambos conjuntos comenzaron a pelearse t ka gresca también involucro a otros hinchas que entraron al campo de juego.
Debido a la falta de seguridad, a pesar de que había dispuesto 600 policías, el árbitro Roei Reinshriber suspendió el encuentro, pero antes expulsó a Zahavi, que necesitó más de media hora para poder abandonar las instalaciones debido a la bronca que había hacia él por parte de la parcialidad local.
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