El preparador físico de Boca habló en exclusiva con POPULAR antes de sus vacaciones. Analizó el 2017 y proyecta el próximo año con la Copa Libertadores como el gran objetivo. ¿Qué espera de Fernando Gago, Darío Benedetto y Wanchope Ábila?

Javier Valdecantos, preparador físico de Boca y pieza clave del cuerpo técnico encabezado por Guillermo Barros Schelotto, charló en exclusivo con POPULAR antes de subirse al Buquebus que lo trasladó a Uruguay a disfrutar sus vacaciones e hizo un balance integral del año que pasó, y hasta se animó a imaginarse al equipo que viene. Además, se refirió a las lesiones de Darío Benedetto y Fernando Gago, cómo encontró a Wanchope Ábila, y la ilusión en la Libertadores.

—¿Qué sensación le quedó del semestre?

—Fue muy bueno. Si me decías que íbamos a ganar 10 de 12 partidos, lo firmaba antes de empezar a jugar. Estamos muy conformes con lo que se hizo, con muchísimas cosas para mejorar e ir creciendo, pero el balance que hacemos es muy bueno.

—Y de 2017 también: hace 1 año que son punteros…

—Es muy difícil estar punteros tanto tiempo, más en un club como Boca que está lleno de presiones en el día a día, donde todo se magnifica. Realmente es increíble y bravo estar un año puntero en una liga tan competitiva como la Argentina.

—Y sin subestimar rivales, a pesar de la racha ganadora.

—Eso es lo más difícil que hay en el fútbol, ganar y seguir ganando. El entrenador tiene una mística particular en torno a eso, ya lo vivió como jugador. Me acuerdo de cuando estábamos en Bahía Blanca, el día que Boca sale campeón, lo primero que les dijo Guillermo a los jugadores es que no había que quedarse con esto y que este club te exigía volver a ganar inmediatamente. Ese fue el gran desafío y por ahora lo estamos llevando bien.

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—Boca tuvo un gran rendimiento, pero el desgaste le generó muchísimas lesiones y varias graves en el año (interrumpe la consulta).

—¿Vos pensás que se produjeron más lesiones que en otros clubes? ¿Tenés la estadística?

—Fue uno de los clubes con más lesiones…

—A mí me molesta que digan esas cosas… Por ejemplo, en la final de la Copa Sudamericana de Independiente, salió (Martín) Benítez a los 30 minutos por lesión. O (Bautista) Merlini y (Franco) Mussis se rompieron el cruzado en una semana. En todos los clubes pasa esto de las lesiones.

—¿Y que en Boca hayan sufrido tantas lesiones con qué tiene que ver?

—Si vos ves a la velocidad que se entrena, la intensidad con la que se juega... ¡Pavón corre a 34 kilómetros por hora! Tiene que frenar en una baldosa y salir para otro lado. Yo todos los días rezo por que no se le quede el pie trabado y le explote la rodilla.

—¿Cambió la intensidad en el fútbol y hay otro desgaste físico?

—Yo llevo 25 años trabajando en Primera División. Antes caminábamos las canchas, ahora los jugadores se golpean, chocan, juegan a 34 kilómetros por hora, se agarran, frenar, giran, saltan. Cuando terminan los partidos digo "ojalá que hoy no le pase nada a ninguno". Es muy difícil que termine un partido y no tengas alguno que se tironeó, que le hayan dado una patada en la rodilla o algo. Es muy complejo todo: son batallas, no partidos. Es muy propenso a que pasen estas cosas. A uno le duele porque generalmente le apuntan al profe, pero es muy difícil que no pase. Como se está jugando al fútbol, es muy difícil que no pasen lesiones.

—¿Entonces, es por cómo se juega?

—Es un tema del juego, no de los jugadores. Cuando me siento en el banco y veo con la fuerza que van a chocar, o cómo juegan o la intensidad con la que juegan, me agarro la cabeza y digo que no pase nada. Pero bueno es así…

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—Cuando se producen lesiones graves como la de Gago o Benedetto por ejemplo, ¿cómo se trata a un jugador para que no se desmoralice?

—Se lo acompaña. Nosotros tratamos de incorporarlos al club lo más rápido posible para que esté con nosotros. Cuando a un jugador lo metés en la vorágine diaria, lo cruzás en el gimnasio, en kinesiología, almorzando o desayunando, y se hace más llevadero todo. El tema son las primeras semanas de recuperación, cuando están en sus casas y no pueden hacer nada.

—Han formado un buen grupo por lo que se ve en el día a día. ¿Esto cuánto le suma a uno que está en una recuperación larga?

—Es importantísimo que el jugador venga, se sienta cómodo y esté contento. Como tu lugar de trabajo, ves compañeros con los cuales tenés una buena relación, te llevás bien con los demás, está bueno eso y se refleja en el equipo.

—¿Cómo está Darío Benedetto?

—Está muy bien, estuvo en la semana para sacarse los puntos. Vamos bien.

—¿Fernando Gago?

—También está muy bien, lleva 2 meses. Está muy recuperado, trabajando con el kinesiólogo. La última lesión no tiene nada que ver con las anteriores (dos roturas de tendón de Aquiles), así que no se trabaja nada distinto.

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Foto: Javier Valdecantos y Abila - Prensa Boca.
Foto: Javier Valdecantos y Abila - Prensa Boca.

—¿Cómo vio a Wanchope Ábila en su primera semana en Boca?

—Él está muy bien. El lunes cuando empezamos llevaba tres semanas de la lesión (el pasado 20 de noviembre sufrió un desgarro). Estaba recuperado, hizo todos los trabajos sin limitación y nos quedan 15 días más. No va a tener problemas para llegar al 2 de enero y estar a full con el grupo. Va a llegar perfectamente.

—Junto con Ábila estuvo el juvenil Agustín Almendra, que participó como sparring de la última gira de la Selección Argentina en Rusia y ahora está en Primera. ¿Qué puede decir del volante?

—Los entrenadores lo vieron con muy buenas condiciones técnicas y futbolísticas. Como tiene 17 años lo quise traer a las prácticas y aproveché para ver cómo estaba. Y está bien.

—¿Cómo se trabajará en esta nueva pretemporada de cara a la Copa?

—La pretemporada no la podés hacer demasiada dura porque tenés menos de cuatro semanas. No se puede exigir tanto.

—¿Sólo Gago y Benedetto no arrancarán con normalidad?

—Desde el punto de vista de las bajas, las únicas que vamos a tener para arrancar son ellos dos. Los demás que vienen con lesiones van a estar. Jara creo que va arrancar porque tuvo una evolución muy buena. Si no arranca el 2 de enero, será después. Es el mismo caso de Wanchope. Cuando pasan las lesiones, dicen: “Uh, tres meses” y después al mes están de vuelta. Acordate el caso de Centurión, se decía tres meses, y a la semana y media volvió a jugar. Salvo Gago y Benedetto, los demás no van a tener problemas...

—¿La ilusión es ir por la Libertadores?

—Nos planteamos un objetivo en el primer semestre: en la liga seguir en la pelea que es la que queremos, y después nos vienen los seis partidos de la fase de grupos, y queremos pasar. El objetivo es pasar en la Copa en mayo, y terminar lo más alto posible en la Superliga.

—¿Boca tuvo algún secreto este año para terminarlo así?

—Ningún secreto, la verdad que no. El trabajo, nomás.

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