Fue 1 a 1 en el estadio de La Crema, que ya había bajado de categoría ayer. Luna abrió el marcador para los locales, que sufrieron las expulsiones de Gudiño y Montiel. Andrada anotó el empate.

Pese al esfuerzo permanente a lo largo de los 90 minutos, Quilmes no pasó del empate con Atlético Rafaela y se confirmó su descenso a la B Nacional, categoría a la que retornará después de cinco años. Fue un 1 a 1 en el que se evidenció superior al adversario y hasta contó con dos hombres más que el rival en la cancha durante un extenso periodo, pero no alcanzó y baja a la segunda división del fútbol argentino, asentando un duro golpe difícil de asimilar en toda la región.

El Cervecero, entendiendo las circunstancias, tomó las riendas del desafío desde el arranque. Así es como manejó el trámite en el mediocampo y sumó méritos como para romper la paridad, especialmente por la fuerza de voluntad de sus estandartes, más allá del juego desplegado en el campo.

Por caso, ya desde el primer minuto el Decano inquietó al arco del contrincante. ¿Cómo? Apostando a un gran caudal de hombres en ataque y con Matías Pérez Acuña disparando cruzado, certificando una respuesta positiva del arquero Lucas Hoyos.

Al instante fue Federico Andrada el que tuvo su chance, de sobrepique y desde afuera del área. Sin embargo, el balón pasó cerca del palo izquierdo.

¿Y la Crema? Poco y nada. Más allá de ser el anfitrión, careció de ideas como para lastimar. Buscó desde el entusiasmo, pero no supo resaltar sus virtudes en el terreno, y por eso el visitante ganó en confianza como para llevarse los tres puntos.

Pero, lo que uno desperdició en una punta, el otro lo aprovechó en las antípodas. Es que Gabriel Gudiño despejó el horizonte, superó a la última línea y, cuando quedó frente a César Rigamonti recibió una infracción, dudosa al menos, por parte de Pérez Acuña. La polémica se visualizó a partir de no saber si fue dentro o fuera del área. Por lo pronto, Fernando Luna no dudó y convirtió para la apertura del marcador.

VIDEO: los goles y las mejores jugadas

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Complemento a pura adrenalina

Apenas inició el complemento hubo un desahogo para Quilmes. ¿Por qué? Andrada sacó rédito de un tiro libre y emparejó las acciones. Así fue como el equipo se envalentonó, fue para delante, y cosechó variantes como para ponerse delante en el tanteador.

Para colmo, los comandados por Juan Manuel Llop se quedaron con un jugador menos por la tarjeta roja vista por Gudiño al promediar el segmento.

Y se evidenció una lluvia de chances para desnivelar. Con Andrada, con Matías Orihuela, con Jonathan Torres...

El trámite se tornó confuso, con poco fútbol y mucha emotividad. Y el Cervecero contó con oportunidades que se percibían increíbles.

Incluso, ya con la expulsión de Diego Montiel a cuestas, el Decano apostó por la pelota parada y la ilusión de la cabeza de Rigamonti. Así fue como también sufrió por contragolpes que el local no supo manejar con inteligencia.

Mazazo

No hubo caso. Quilmes descendió y tendrá el difícil escollo de intentar retornar de forma veloz, entendiendo las complejidades de una B Nacional cada vez más competitiva.

El llanto entre los futbolistas se extendió pese a que se reconoció el esfuerzo durante el cotejo. Y para el plantel quedará la obligación de dar vuelta la página rápidamente, atravesar las últimas fechas del certamen con la cabeza levantada y enfocarse, con los nombres que sean, en el operativo retorno.

El relato del partido y las formaciones

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