La Secretaría de Energía estableció que la garrafa de 10 kilos debe ser comercializada a 16 pesos; la de 12 kilos a 20 pesos y la de 5 kilos a 25 pesos en todo el país.
El interventor del ENARGAS, Antonio Pronsato, reconoció que existen problemas de abastecimiento de garrafas de gas, pero negó que se trate de un problema de volúmenes o cupos y responsabilizó directamente a los comercios por la situación.
El funcionario ratificado la semana pasada por 180 días más por la presidenta Cristina Fernández de Kirchner salió así al cruce de las críticas de la oposición y defensorías que acusaban al Gobierno por la falta de garrafas en gran parte del país.
Pronsato denunció que algunos comercios están cometiendo “abusos” con los precios de venta del envasado, aunque advirtió que “con la intervención de la Secretaría de Comercio Interior se está normalizando”.
El Gobierno facultó al titular de la Secretaría, Guillermo Moreno, para que saque inspectores a recorrer los negocios a fin de aplicar fuertes multas a los comerciantes que vendan las garrafas por encima de los precios oficiales.
La Secretaría de Energía estableció que la garrafa de 10 kilos debe ser comercializada a 16 pesos; la de 12 kilos a 20 pesos y la de 5 kilos a 25 pesos en todo el país, pero en los últimos dos meses se registraron denuncias por precios que alcanzaron los 60 pesos para la más chica.
Inspectores en la calle
Por ello, desde mediados de este mes, Moreno sacó decenas de inspectores a las calles del país, principalmente en el Gran Buenos Aires, Santa Fe, Entre Ríos, Mendoza y en las provincias del nordeste, Corrientes, Chaco, Misiones y Formosa.
Esa última región del país es la única que no cuenta con distribución de gas natural por red, y en cada invierno, cuando prevalecen las bajas temperaturas, la escasez de garrafas se repite.
En ese contexto, el interventor del Ente Nacional Regulador del Gas (ENARGAS), dijo que “no hay problemas de volúmenes ni cupos sino en los comercios, en los cuales se han verificado abusos”.
Y explicó que “no se exporta ni una sola tonelada de gas licuado de petróleo (GLP) hasta que no está totalmente abastecido el mercado interno”.
En ese sentido, el funcionario añadió que la Argentina es “exportadora neta, ya que tampoco importa ni una tonelada en ningún momento del año”.
Por otra parte, destacó que desde 2003 se han realizado inversiones “por más de 2.500 millones de dólares” que permitieron “ampliar la capacidad de transporte en 20 millones de metros cúbicos por día, incluidos los gasoductos troncales y el segundo cruce al Estrecho de Magallanes”.
Asimismo, señaló que “en el marco del programa de Gas Plus están en marcha más de 20 proyectos que permitirán en el corto y mediano plazo sumar importantes volúmenes en la producción de gas con nuevas tecnologías tanto off como on shore”.
Por su parte, el gobernador de Córdoba, Juan Schiaretti, anunció ayer que su administración subsidiará con 4 millones de pesos mensuales unas 200 mil garrafas sociales de gas para que éstas lleguen a la población a un precio de 16 pesos.
La empresa petrolera YPF enviará en los próximos diez días unas 800 toneladas de gas para que sean fraccionadas y envasadas en garrafas de 10 kilos, que serán puestas a disposición de los usuarios.
Así, tras un acuerdo con la Secretaría de Energía de la Nación, el gobierno de la provincia mediterránea se asegurará que no falten las denominadas garrafas sociales en todo el territorio cordobés.
Según precisaron fuentes de la administración Schiaretti a la prensa, el Estado provincial pagará 21 pesos por cada garrafa para que éstas puedan satisfacer el mercado cordobés, que actualmente registra un déficit de 30 por ciento.
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