uEl tratamiento de la constipación se enfoca en primera instancia en modificar la dieta y la ingesta de líquidos, luego evitar el hábito del niño de posponer las ganas de ir al baño.
* Dieta rica en fibras previene la constipación leve a moderada. Una meta razonable para un niño es ingerir alrededor de 7-10 gramos de fibra diarios. Los jugos, aun exprimidos, tienen poco contenido de fibra y no se recomiendan. Otra opción son los cereales integrales ricos en fibras.
* Ingesta de líquidos. El niño debe consumir una buena cantidad de líquidos estimada en un 1 litro por día preferentemente de agua (sin endulzantes ni jugos artificiales). Y hay que ofrecerles para que la tomen durante todo el día.
* Cambio en la lactancia. La transición de leche materna a leche de fórmula parece desencadenar constipación. Se puede limitar la leche de formula a 400-700ml diarios, alternando con la materna hasta retirar la misma. Asegurarse que la alimentación complementaria tenga buen contenido de fibras.
* Consumo de leche de vaca. El exceso de leche entera de vaca (más de un litro diario) puede lentificar el tránsito intestinal y saciar al niño, que termina no consumiendo otros alimentos ricos en fibra.
Cuando el niño está severamente constipado, las opciones terapéuticas son laxantes osmóticos (por ej. Barex, Lactulon) o desimpactación con enema. Es imprescindible que la indicación de tratamientos farmacológicos para la constipación sea indicada y supervisada por un pediatra. Es importante tener en cuenta que los laxantes no tienen capacidad adictiva, que son idealmente transitorios hasta que las modificaciones conductuales se hacen hábito, y que si en algunos pacientes su uso es prolongado, se debe a la mala evolución y no por dependencia o acostumbramiento.
Por otra parte, hay algunos casos en los que la constipación obedece a causas orgánicas.